2016 no era un año que se venía fácil para Itaú Corpbanca y su propio gerente general, Milton Maluhy, lo reconoció ayer en la junta de accionistas de la entidad –la primera desde que se implementara la fusión-, al señalar que “no había expectativa de que fuera un año excepcional en términos de resultado, sobre todo con los ajustes que se hicieron”.
No sólo el proceso de unir ambas operaciones bancarias hicieron complejo el ejercicio pasado, adicionalmente la entidad tuvo que enfrentar un malogrado escenario macroeconómico en el país. Símbolo de ello es que el ejecutivo mencionó que “una economía que crece al 2% tiene un crecimiento de portafolio por debajo de lo que nosotros veníamos acostumbrados”.
Este escenario afectó los resultados, ya que en 2016 las utilidades de la entidad alcanzaron US$ 3 millones, lo que representa una caída de 98% respecto del ejercicio anterior, según los estados financieros del banco. De acuerdo a Maluhy, esta caída responde principalmente al proceso de fusión y a los malos resultados de la operación en Colombia, país que significó el 26% del total de los resultados de la gestión del banco.
Sin embargo, Maluhy asegura que 2017 será un ejercicio diferente, aun cuando el proceso de fusión está lejos de terminar. De acuerdo al propio ejecutivo, “el 2017 es un año en que las cosas deberían mejorar de cara al futuro, pero el plan de nosotros es de largo plazo. Creemos que la fusión es un proceso que puede tardar tres años”.
Así, uno de los focos durante este año será mejorar las operaciones del banco en Colombia, donde tienen una participación de 5,6%, a través de la integración de los sistemas bancarios a junio de 2018 y redefinir los modelos de negocios.
A nivel local Itaú espera completar en diciembre de este año la migración de las sucursales, la segmentación de los clientes y los niveles de satisfacción. Mientras que en 2018 el cambio de la plataforma tecnológica.