Los bruscos descensos de las materias primas en el mundo no han sido un hecho aislado, sino la cúspide del mal desempeño de un mercado, en el que productos tan variados como el gas natural, hierro o el arroz han marcado también mínimos plurianuales.
En los últimos doce meses, por ejemplo, los precios del petróleo Brent han caído 56%, el petróleo Texas 49,65%, luego otros commodities como el algodón han descendido casi 30%, mientras el gas se ha desplomado un 25%, al igual que la soja y más atrás el cobre con una baja de 20%. Otros que han caído en menor medida son la plata, el maíz y también el trigo.
Esto explica que los dos principales índices de materias primas, el Bloomberg Commodity Index y el S&P GSCI se muevan en sus niveles más bajos desde 2002.
Según el diario hispano, Expansión, desde el pasado mes de julio los sectores de recursos básicos y energéticos han perdido en torno al 20% sólo en Europa, mientras en términos de capitalización han supuesto la pérdida de unos US$ 266 mil millones.
Los factores
La desconfianza de los inversores hacia las materias primas y los activos más dependientes de éstas, responde, en buena medida, al exceso de oferta en determinados productos, agudizado por la rebaja de las expectativas de la economía mundial.
Según el mercado, existe además una preocupación especial por China. Esto debido al enfriamiento de sus tasas de crecimiento, la que se ha reflejado en una menor demanda de recursos básicos.
Durante años las materias primas han sido consideradas un activo ideal para diversificar las carteras, pero el escenario actual juega en su contra y ni siquiera el moderado crecimiento previsto para la economía parece aclarar esta situación.