Los inversionistas aparentemente se excedieron en el pesimismo con el que han venido actuando en el mercado del petróleo en las últimas semanas y los precios del crudo repuntaron ayer tras una larga caída.
El WTI cayó el miércoles a su menor nivel en cuatro meses. El día anterior, había roto un soporte técnico al hundirse por debajo de su promedio de 200 semanas de US$ 87,44 por barril. Por su parte, el Brent cayó esta semana por debajo de los US$ 100 el barril por primera vez en más de nueve meses, y cerró el miércoles en su menor cotización desde el 2 de julio, tras cinco jornadas de bajas. Ese mismo día, su índice de fortaleza relativa en catorce días cayó a 22 unidades, y típicamente una lectura por debajo de 30 es interpretada como una buena oportunidad para comprar.
Por eso, ayer se impuso la percepción de que la corrección de las últimas semanas había sido excesiva. El WTI subió 1,36% para cerrar en 87,83, mientras que el Brent repuntó 0,65% a US$ 98,65 por barril.
El euro le da una mano
El alza fue apoyada además por la subida del euro frente al dólar, luego de que el gobierno español lograra colocar una subasta de bonos con el menor rendimiento desde septiembre de 2010, lo que revivió la confianza en la moneda común. La subida de 0,2% del euro frente a la divisa estadounidense aumentó el atractivo como inversión de las materias primas que se transan en dólares.
Por último, influyeron temores en el lado de la oferta, luego de que Royal Dutch Shell declarara el miércoles fuerza mayor por el cierre de su oleoducto Nembe Creek para reparaciones.
Pese a la reciente recuperación, el riesgo sigue siendo a la baja. El Brent podría caer por debajo de US$ 95 por barril si la recuperación de la economía mundial continua dando señales de debilidad.