El Bank of Scotland (RBS) reconoció que tiene intención de
recortar gastos por valor de 2.500 millones de libras (2.735 millones de euros
o US$ 3.582 millones) anuales durante los próximos tres años. Además, anunció nuevos recortes de empleos.
Philip Hampton, presidente de la entidad, dijo que el banco
estudia fórmulas para lograr un ahorro anual de 2.500 millones de libras hasta
2012. Además, el ejecutivo ha apuntado que, en 2008, RBS espera lograr un
balance positivo en su beneficio neto antes de impuestos, excluyendo ABN Amro y
teniendo en cuenta las depreciaciones relacionadas con el mercado crediticio.
A través de un comunicado Hampton advirtió que la entidad no
tiene previsto repartir dividendo alguno entre sus accionistas ordinario a
cuenta del ejercicio 2008. "No obstante, tenemos intención de volver a
repartir dividendos cuando sea posible, teniendo en cuenta la situación
financiera, las perspectivas y otras obligaciones del grupo", ha
asegurado.
El presidente de la entidad ha señalado que "por otro
lado, no creo que quede ninguna duda de que la adquisición de ABN Amro es lo
que llevó a RBS a tener estas dificultades".
Hampton considera que el grupo debe concentrarse en sus
operaciones estratégicas, en el Reino Unido y el resto del mundo, "para
generar rentabilidad duradera para todos los accionistas".
Recorte de plantilla
Una de las medidas que el banco británico llevará a cabo
para lograr la reducción de costos prevista por la cúpula directiva es recortar
aún más su plantilla. Según Hampton, "en Gran Bretaña hasta ahora hemos
anunciado que desaparecerán unos 2.700 puestos de trabajo. Honestamente tenemos
que decir que esto no terminará con la cuestión y que habrá más supresiones en
Gran Bretaña y a nivel internacional en el periodo que viene".