Se desacelera ritmo de expansión del circulante y depósitos en cuenta corriente

Por Paula Gallardo



Conocido en el mercado como uno de los indicadores líderes que permiten predecir el dinamismo de un país, el M1 -circulante más depósitos en cuenta corriente del sector privado no financiero- ha vuelto a captar la atención de los especialistas por el freno que ha registrado su ritmo de aumento en los últimos cuatro meses.

Todavía más, si se considera que luego de alcanzar un peak superior al 30% en 2010, reflejando la amplia disponibilidad de crédito gracias a la recuperación de la economía sumado a una mayor demanda de los consumidores, en mayo de este año cayó bajo los dos dígitos. Y en agosto tuvo una variación porcentual de apenas 5,9%, un nivel muy similar a los guarismos previos a la crisis de 2008.

Según el economista Nathan Pincheira de BanChile, luego del peak del ejercicio pasado, era esperable que el M1 volviese a sus niveles de tendencia, como efectivamente ocurrió en el primer semestre de 2011.

Sin embargo, agrega que “hemos visto una desaceleración que va más allá de la moderación de la tendencia que tiene que ver con el menor ritmo de la economía en su conjunto, a lo que se suma el deterioro del escenario externo y la pérdida de confianza que tienen implicancia en las decisiones de consumo de las personas”.

Sobre si podría producirse una contracción de la liquidez como en algunos meses de 2008, el economista jefe de BICE Inversiones Cristóbal Doberti señala que “si hubiese una situación de insolvencia en algunos de los gobiernos de la zona euro que condicione el acceso a liquidez interbancaria, podríamos ver problemas mayores acá”. Esto porque los consumidores “disminuyen sus gastos en bienes durables y eso se refleja en la demanda por crédito, y el sistema financiero aumentaría las restricciones crediticias por un mayor riesgo en el mercado”.