Una emergencia ambiental y económica se vive en la Provincia de Parinacota tras el volcamiento de un camión de patente boliviana en el kilómetro 179 de la Ruta 11-CH, el cual derramó 25 mil litros de aceite de soya a granel en las cercanías del Lago Chungará, obligando al cierre indefinido de un sector del Parque Nacional Lauca.
El incidente ha detonado una fuerte ofensiva por parte de los Consejeros Regionales (Cores) y la industria turística local, que exigen a la Cancillería una intervención inmediata ante lo que califican como una situación insostenible derivada del tránsito de carga internacional amparado por el Tratado de 1904 ente Chile y Bolivia.
Impacto en el turismo
La emergencia obligó a la Corporación Nacional Forestal (Conaf) a cerrar un área en torno al Lago Chungará, un golpe directo a la temporada turística. Desde la Asociación Gremial de Profesionales y Operadores Turísticos Arica y Parinacota (Arica Siempre Activa), advierten que la emergencia ha golpeado la operatividad del sector, forzando la suspensión de tours y la modificación de los itinerarios programados. El gremio alerta que el cierre del sector Chungará ha obligado a realizar complejos ajustes logísticos y manifiesta su preocupación por la incertidumbre que genera en la industria la falta de protocolos para el tránsito de sustancias peligrosas en zonas de alto valor turístico.
Críticas al centralismo
Los Cores apuntaron directamente a la falta de acción por parte del gobierno central y a las asimetrías regulatorias con el transporte boliviano. Oscar Pantoja, presidente de la Comisión de Cooperación Internacional, criticó duramente la demora en la activación de los protocolos de emergencia.
“Nosotros esperábamos una declaración de emergencia mucho más rápida, quizás con apoyo del Ejército, porque en estos temas de derrame cada hora cuenta. Lamentamos que siempre pase tarde una emergencia acá en la frontera norte”, sostuvo Pantoja.
El consejero fue enfático en calificar el estatus actual de la provincia frente al comercio con el país altiplánico: “Somos una zona de sacrificio para un tratado de Chile-Bolivia. La región vive a diario los accidentes; los camiones bolivianos no tienen ningún tipo de control ni cuentan con las exigencias que tiene la normativa chilena. Esto es una crítica a la emergencia ambiental que se está moviendo de manera terrible”, afirmó.
Advertencia de movilizaciones
Por su parte, Lorena Ventura, presidenta de la Comisión de Seguridad, Prevención y Desastres, cuestionó la narrativa del gobierno y reveló datos que, según indica, no se han hecho públicos.
“Este gobierno se ha catalogado como medioambientalista, pero en la práctica no se actúa con sentido de urgencia. Han muerto más de 70 aves y esa información no la dan a conocer; se ha querido bajar el perfil a la gravedad del accidente”, denunció Ventura.
La consejera advirtió sobre el mal estado de la carretera 11-CH, indicando que los baches profundos contribuyen a los accidentes, y lanzó una presunta advertencia sobre el clima social en la zona: “El Tratado de Paz y Amistad con Bolivia se debe respetar por ambas partes. Estoy segura de que los habitantes de la Provincia de Parinacota tomarán otras acciones más extremas si no respetan nuestro entorno y naturaleza ancestral”.