Desde Concepción
Tras el cese en las operaciones de la Empresa Nacional del Carbón (Enacar) en 1994, comunas como Coronel, Lota y Curanilahue, dedicadas principalmente a la extracción de este mineral, se transformaron en un símbolo del rezago productivo. Una fallida reconversión, que según sus críticos, no tuvo pertinencia geográfica ni social, aumentó la cesantía y la vulnerabilidad social de sus habitantes.
Por otra parte, la reconversión de las antiguas centrales termoeléctricas a nuevas fuentes de energías renovables nubló aún más el panorama para este sector.
Hoy, sin embargo, los supervivientes de la industria, y toda la Región del Biobío, podrían encontrar nuevas oportunidades de negocios a través de la producción de carbón activado y leonardita, un desafío que busca rescatar este mineral en la llamada Cuenca del Carbón y que gracias a su transformación permitiría darle nuevos usos industriales.
A través de un convenio entre la Subsecretaría de Minería y la Universidad del Biobío (UBB) se están realizando investigaciones para desarrollar usos alternativos de esta materia prima y cubrir, de paso, la demanda que dejó vacante la industria eléctrica.
Chile adquiere carbón activado de México, con volúmenes que han aumentado de manera sostenida. Entre 2024 y 2025 se registró un alza de 31,6%, a más de 8.800 toneladas.
El mercado global
El carbón activado es un material derivado del carbón natural, que tras un proceso químico o térmico, aumenta su capacidad de absorción, ya que crea una red microscópica de poros que le permite capturar una amplia gama de compuestos.
Los estudios del Laboratorio de Química Aplicada Sustentable de la UBB apuntan así a dar valor agregado al carbón natural. En el mercado nacional, este producto se utiliza en la elaboración de fertilizantes, tratamientos ambientales, control de olores, y abatimiento de emisiones.
El Seremi de Minería de la Región del Biobío, Dusan Marinovic, explicó que hoy Chile es importador de carbón activado. Entre enero y septiembre las entradas de este producto alcanzaron valores cercanos a los US$ 10 millones, pero a nivel mundial la industria mueve poco más de US$ 1 billón (millón de millones).
“La oportunidad es poder partir cubriendo la importación, pero por qué no pensar después incluso en convertirnos en un polo exportador de carbón activado”, afirmó. A su juicio, el mercado internacional es “gigante” y Biobío podría replicar la historia minera del carbón chileno, como un productor destacado.
Según datos del Ministerio de Minería, a nivel internacional, los cinco principales proveedores del mercado representan aproximadamente 80% del volumen total exportado, con Filipinas y China liderando los envíos gracias a su capacidad productiva, calidad consistente y precios competitivos. El precio promedio del kilo asciende a unos US$ 3,22.
Chile adquiere carbón activado de México, con volúmenes que han ido aumentando de manera sostenida. De hecho, entre 2024 y 2025 se registró un incremento de 31,6% en las importaciones, con más de 8.800 toneladas. Y empresas como SQM, Minera Florida y el productor de membranas y filtros Nicolaides, son los principales compradores locales.

Piloto industrial
El laboratorio de la UBB, liderado por Ramón Ahumada, produce carbón activado a pequeña escala (cinco kilogramos por proceso). Pero para configurar una producción industrial se requiere de grandes inversiones, principalmente para los hornos.
Ahumada comentó que ahora se está trabajando en buscar alternativas de alianzas públicas y privadas para financiar un piloto a mayor escala, por ejemplo con ENAP, desde la Refinería Biobío.
Bajo ese desafío, la subsecretaria de Minería, Suina Chahuán, afirmó que el Gobierno está avanzando en una propuesta de ejecución. “Durante las próximas semanas va a haber novedades al respecto. No voy a adelantar el detalle, pero el piloto se iniciará durante el Gobierno del Presidente Gabriel Boric”.
Reconversión de la cuenca
La apertura de este nicho abre nuevas oportunidades para los 18 pirquineros registrados que todavía extraen carbón desde pequeños piques.
El presidente de la Cooperativa Minera Cuenca del Carbón Biobío, Benedicto Huenchuleo, comentó que la eventual comercialización del carbón activado podría ser clave para revertir los negativos impactos sociales y económicos en la zona sur del Biobío.
“Nos aportaría mucho porque tendríamos más pirquineros, más mano de obra, nuestra comuna florecería, no solamente para los pirquineros, porque podríamos resolver problemas con los negocios locales, las ferreterías, los que reparan las herramientas”.
El dirigente destacó la alta calidad del carbón en la región, que cumple con los estándares de azufre y kilocalorías y subrayó que existen reservas probadas hasta 2038.
Huenchuleo fue claro en su mensaje para el Estado: “No queremos canastas familiares, no queremos subsidios, queremos que nos compren nuestro esfuerzo, nuestro trabajo”, dijo.