El jurel chileno volvió a obtener el Sello Azul del Marine Stewardship Council (MSC), la certificación internacional más exigente en sostenibilidad pesquera, fortaleciendo la posición de Chile como potencia global en la producción de este recurso. “El Sello Azul MSC confirma que el jurel chileno es un recurso manejado con responsabilidad y bajo estrictos estándares de trazabilidad”, afirmó la presidenta de Pescadores Industriales del Biobío, Macarena Cepeda, quien destacó además que este reconocimiento ratifica el aporte del sector al empleo regional y al suministro de un “superalimento” para Chile y mercados internacionales.
La reacreditación fue presentada a la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, por representantes de Sonapesca, de MSC y de las empresas productoras de jurel del Biobío, región que concentra aproximadamente el 90% de las capturas nacionales de este recurso y destina cerca de 80% de ellas a la producción de alimentos.
Para el presidente de Sonapesca, Felipe Sandoval, esta distinción acredita “un adecuado manejo y una buena salud de la pesca del jurel, sostenida por más de seis años, garantizando producción para futuras generaciones y permitiendo el acceso a un alimento saludable, nutritivo y sostenible”.

Capital mundial del jurel
En 2025, la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur (OROP-PS) estableció una cuota global de jurel de 1.419.119 toneladas, de las cuales a Chile le corresponde el 66%; es decir, 1.024.650 toneladas de esta pesquería a nivel mundial. En 2024, la flota industrial del Biobío capturó cerca de 720 mil toneladas de jurel, destinando el 80% a productos para consumo humano, entre ellas, los tarros de conservas que abastecieron al mercado nacional con más de 34 millones de tarros.
En esa línea, las empresas certificadas con este Sello Azul son Blumar, Camanchaca, Landes, FoodCorp, Alimar y Orizon. Todas operan bajo los estándares internacionales establecidos por MSC, que han permitido que el jurel chileno sea reconocido como un caso de recuperación exitoso, pasando en pocos años de ser una especie sobreexplotada a una pesquería que ha permitido consolidar al Biobío y a su industria como la Capital del Jurel.
Para Cristian Vallejos, director del programa MSC para América Latina, “la recuperación del jurel chileno es un ejemplo notable de cómo la colaboración internacional, y el compromiso de los gobiernos y del sector pesquero pueden revertir la sobreexplotación”. Añadió que mantener la certificación abre puertas a nuevos mercados y fortalece la imagen de Chile como proveedor responsable.
La subsecretaria De la Fuente destacó que la reacreditación pone la imagen del país y del desarrollo de la pesca industrial como un referente en los mercados extranjeros respecto a la sostenibilidad de los procesos. “Cuando a nuestros productos se les agrega valor, es motivo de orgullo. Esta certificación es una muy buena noticia para la imagen de Chile”.
De cara a los desafíos regulatorios, la presidenta de Pescadores Industriales, Macarena Cepeda insistió en la importancia de contar con reglas claras y estables para resguardar la economía azul vinculada al jurel. “Para la región del Biobío la actividad jurelera es fuente de prosperidad, trabajo digno y estable, y un profundo orgullo”, concluyó.