En medio del proceso de reorganización judicial iniciado por la empresa metalúrgica EDYCE, los sindicatos de la compañía con asiento en Talcahuano emitieron una declaración pública en la que expresan su apoyo a la continuidad de la empresa, aunque cuestionaron la actuación del Gobierno frente a la crisis que atraviesa la compañía.
Luis Soto y Carlos Novoa, presidentes de los Sindicatos 1 y 2, respectivamente, que agrupan a más de 250 trabajadores, hicieron un llamado a acreedores y proveedores a aprobar la reorganización, afirmando que EDYCE “puede y debe seguir existiendo, llenando de orgullo a la historia industrial de Talcahuano, el Biobío y el país”, dado su rol en la cadena industrial del Biobío.
Sin embargo, declaran que existe una “sensación amarga” por lo que califican como una reacción tardía de las autoridades gubernamentales y regionales. “Creemos que la gestión ha sido muy ralentizada. El 25 de septiembre pasado se le entregó cartas directamente a los ministros de Economía, Álvaro García, y del Trabajo, Giorgio Boccardo, en las cuales se les daba a conocer nuestra preocupación frente al problema que se estaba desatando en nuestra empresa”, sin tener hasta ahora respuesta.
Los trabajadores relacionaron la situación que afectó a la metalúrgica al ciclo económico que enfrenta el país, marcado por una disminución de los proyectos de inversión del sector minero, principal cliente de la compañía, así como también de las inversiones públicas y privadas. En ese contexto, coincidieron con las declaraciones que este lunes entregó en exclusiva a DF Regiones el presidente ejecutivo de EDYCE, Sergio Rocco, respecto a que la permisología ha retrasado la ejecución de proyectos, cuyos costos “tarde o temprano la pagamos los trabajadores”.
En el documento subrayaron que la firma cuenta con trabajadores altamente especializados y con la capacidad técnica necesaria para retomar niveles más altos de operación, lo que convierte a EDYCE en una empresa única en Chile. “La administración está trabajando fuerte para sacar adelante nuestra planta y nuestros trabajos, por ello esperamos que las autoridades de la región y del país colaboren el proteger nuestro trabajo y el futuro de nuestras familias”.
Finalmente, los dirigentes insistieron en que la industria nacional carece de protección suficiente y que es urgente que el mundo político impulse medidas que resguarden a las empresas regionales que generan empleo de calidad. “Sin industria no hay empleos”, advirtieron, llamando a abrir un debate que permita evitar que situaciones como la de EDYCE se repitan.