La Compañía Chilena de Fósforos podría cerrar un 2025 de pérdidas, afectado por temas estacionales y el impacto que ha tenido en sus precios el auge de exportadores frutícolas a China.
Los ingresos totales de estos nueve meses han caído 20% interanual a poco menos de $ 22 mil millones, y con costos administrativos estables, el holding no ha logrado obtener ningún flujo de efectivo procedente de operaciones. Un préstamo de RaboFinance le ayudó a mantener su posición de caja.
En su análisis razonado, aludió a una alta base de comparación. Específicamente, a fuertes ingresos estacionales provenientes de las ventas de fruta de la filial El Álamo durante el primer trimestre de 2024, influenciados por factores climatológicos y concentrados principalmente en los volúmenes de cerezas y arándanos.
"Por otra parte, la compañía no estuvo ajena a la situación del mercado, donde los volúmenes ofertados al mercado chino crecieron en más de un 50%, afectando los precios de venta y las liquidaciones finales de cerezas y arándanos correspondientes a la temporada frutícola 2024-2025", profundizó.
Así reiteró que en el segundo trimestre de 2025 la subsidiaria reconoció un ajuste por menores ingresos de alrededor de $ 3.200 millones asociado a las liquidaciones de fruta mencionadas. Esta diferencia de precio representó para las cerezas una disminución cercana al 31%, "impactando directamente en los resultados consolidados".
La operación no ha dejado de ser desafiante en los tres meses a septiembre, período en el que Fósforos tuvo pérdidas de $ 1.700 millones, con lo que el resultado acumulado es una pérdida mayor de $ 6.500 millones.
Mirando hacia adelante, aseguró que "para la siguiente temporada 2025-2026, las perspectivas en cuanto volumen están acorde con su potencial productivo planificado, cumpliendo así con una correcta ejecución de manejo de control de heladas y lluvias, conforme con el plan de trabajo".
Concentrada en la Región del Maule, El Álamo cuenta con 540 hectáreas de frutales, de las cuales la mitad corresponden a cerezas y arándanos. Produce 14 mil toneladas de alimentos anuales, y 3 mil se destinan a exportación.
Inversión y reestructuración
No todo el deterioro de las ventas está relacionado con el negocio frutícola. La filial Temsa (Terciados y Elaboración de Maderas) facturó 11% menos en relación con el período a septiembre del año pasado, principalmente por la menor demanda externa de paletas de pintura y cubiertos de madera.
Por otro lado, el negocio de encendido vio un incremento de 10% como consecuencia de la estabilización del ingreso en el mercado local de sus líneas de fósforos, iniciadores de fuego y pellets, así como del aumento de 30% en el mercado de exportación de estos utensilios.
Los activos de Fósforos hacen 1,7 veces su patrimonio -que incluye ganancias acumuladas por $ 34 mil millones-, signo de que no tiene un apalancamiento significativo. La empresa señaló que se encuentra en la etapa final de la ejecución del plan de restructuración de sus pasivos financieros.
Esto busca mejorar la posición de su deuda de corto plazo a largo plazo, en línea con la temporalidad de generación de flujos futuros. La compañía está en medio de un proceso de inversión importante orientado a la producción de cubiertos de madera.
El Álamo le proporciona a Fósforos toda la madera que utiliza para fabricar una variedad de artículos pequeños y de precisión, tales como fósforos, splints, palos de helados y cubiertos.
Esta unidad se convirtió recientemente en la primera compañía en Sudamérica y segunda a nivel mundial en ser calificada bajo el estándar para la Verificación de Campo para la Restauración de Ecosistemas Forestales. Sus plantaciones producen anualmente del orden de los 40 mil metros cúbicos de álamo certificado.