Finalmente, y tras casi un mes, todos los trabajadores del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), depusieron la huelga que habían iniciado el 13 de octubre en demanda de mejoras en sus condiciones laborales. Aunque un primer grupo, conformado por los funcionarios de la Afsag, había retomado sus labores a fines del mes pasado, todavía permanecían movilizados los integrantes de una segunda asociación denominada Asfusag.
La huelga había tenido un duro impacto sobre algunos sectores económicos del país, especialmente las plantas ganaderas de las regiones de Los Ríos y Los Lagos, que concentran cerca de 35% de la producción nacional de carne de bovino, y que hasta fines de la semana pasada estimaban pérdidas acumuladas por cerca de US$ 8 millones.
“El SAG informa que sus funciones se desarrollan con total normalidad en las distintas regiones del país. Esto, luego de que una asociación de funcionarios sostuviera una movilización y comunicara formalmente a la Dirección Nacional el término de dicha medida”, señaló el servicio a través de un comunicado en su página web. “De esta manera, el SAG se encuentra plenamente operativo en todos sus ámbitos de acción, cumpliendo con sus labores de fiscalización, certificación y resguardo de la sanidad agrícola, pecuaria, fronteriza y de laboratorios”.
Sin embargo, el presidente de Asfusag, José González, destacó que más que el fin de la movilización, se trata de “una pausa”, luego de que la dirección nacional del servicio aceptara hacer llegar la contrapropuesta económica del sindicato, que contempla $ 1.817 millones en fondos adicionales, a la Dirección de Presupuesto (Dipres) y al Ministerio de Agricultura. “Esto es algo que deberían haber hecho desde el 13 de octubre, que no hicieron, y que solo se hizo ahora bajo la presión de los funcionarios”, recalcó.
“Es una pausa y ahora vamos a ver cómo avanza el proceso, pero de no haber acogida podríamos volver a movilizarnos y ahí la cosa sería más dura”, advirtió el dirigente del gremio que agrupa a poco más de 1.300 trabajadores.