El más complejo de sus viajes emprendió la tarde del viernes el Presidente de la República, Gabriel Boric. Después del respiro que puede representar su aterrizaje en Tokio tras 26 horas de vuelo, donde además de reunirse con el Primer Ministro de Japón, Shigeru Ishiba, viajará a Osaka para liderar las actividades del Día de Chile en la Expo Mundial 2025, la noche del lunes ya estará en China.
El momento genera expectación. El gigante asiático pasó a ser uno de los grandes protagonistas de la guerra comercial impulsada por Estados Unidos, luego que éste le aplicara un arancel del 145% a sus importaciones en circunstancias que para otro grupo de países –incluido Chile- solo activó un 10%. El fin de semana podría haber cambios, dadas las anunciadas negociaciones en Suiza de los representantes de los dos colosos mundiales, pero el punto de partida no es halagüeño: este viernes el Presidente estadounidense Donald Trump puso en la mesa una rebaja a su contraparte a 80%.
Sabiendo que tanto China como la mayor economía del mundo son nuestros principales socios comerciales -con clara ventaja del primero en exportaciones, casi 40% del total-, Boric llegará con el desafío de mantener la prescindencia en el conflicto, cuestión que a más de algún diplomático local ha puesto nervioso. Y la razón no es otra que el mandatario chileno ha tenido frases que se consideran poco afortunadas, quizás la más recordada en su reciente visita a India, donde sostuvo que Trump pretende “ser un nuevo emperador”.
La inquietud, como bien lo evidenciara esta semana el exembajador en China, Luis Schmidt, se sustenta en el escenario que espera a Boric en Beijing y los espacios para no hacer gala de toda la prudencia sugerida por expertos en estas lides. La agenda contempla su participación en la IV Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del Foro China-Celac, reunión en la que estarán junto a sus homólogos de China, Xi Jinping; Brasil, Luis Inácio Lula da Silva; y Colombia, Gustavo Petro. Es decir, un bloque no precisamente del gusto de Estados Unidos.
Desde su puesta en marcha en 2015, dicha instancia –de 34 naciones y representativa del 20% del PIB global- inició la construcción gradual de una asociación de cooperación integral para profundizar la colaboración económica.
Dos paradas adicionales tendrán el Presidente. El martes 13 encabezará el Foro Empresarial Chile-China 2025, cuyo objetivo es profundizar los vínculos estratégicos y comerciales entre ambos países.
“La actividad, de la que participarán diversas organizaciones empresariales destacadas de China y Chile, se enmarca en la relación consolidada entre ambos países, que este año cumple 55 años desde el establecimiento de vínculos diplomáticos y 20 desde la firma del Tratado de Libre Comercio”, dijo este viernes un comunicado del Gobierno chileno, acompañado de las cifras que hablan del estatus de nuestro principal socio comercial desde 2009: el intercambio comercial se ha expandido a una tasa promedio anual del 11%, desde los US$ 8 mil millones en 2005 a cerca de US$ 58.800 millones en 2024.
El nuevo embajador chileno en China, Pablo Arriarán, lo sabe y por eso desde que llegó a Beijing hace dos semanas ha estado planificando el paso a paso de la comitiva chilena en esa nación.
El clímax de la gira llegará el miércoles 14, cuando el Jefe de Estado se encuentre con el Presidente de la República Popular China, Xi Jinping. Será la cuarta vez que dialogan. Antes lo hicieron en APEC 2022, en la visita de Estado de Boric a China en 2023; y en APEC 2024.
Delicada conjunción de hechos
Pero hoy es otro mundo, dicen en el Gobierno, junto con admitir que el viaje se complicó, señala una fuente de La Moneda.
Claramente, no estaba en los cálculos de nadie la conjugación de tres incómodos eventos en lo más reciente: la suspensión de un proyecto de cooperación astronómica con China, el ataque terrorista a la central hidroeléctrica Rucalhue en construcción en la zona de La Araucanía que pertenece a capitales chinos; y esta semana la información -que confirmó el mismo Gobierno- respecto al nulo avance de la comprometida inversión dos empresas chinas (BYD y Tsingshan ) de construir una planta en el norte para darle valor al litio chileno.
Tanto fue el impacto que provocó la información en la antesala de la visita de Boric, que incluso la misma embajada de China en Chile buscó matizar la situación.
“Tras verificar con las dos empresas, resulta que ambas nunca han manifestado haber terminado sus inversiones en Chile y mantienen la disposición de continuar el diálogo con las autoridades chilenas correspondientes”, dijo la entidad en una declaración pública.
Pero este viernes el propio ministro de Economía, Nicolás Grau, reafirmó que BYD y Tsingshan declinaron de seguir adelante con un contrato preferente con Corfo para dar valor agregado a productos elaborados con litio, lo que no implica que dejen de invertir en Chile en otras iniciativas.
“Son dos informaciones distintas”, explicó el secretario de Estado en radio ADN, argumentando que lo que ha dicho la embajada en Chile “es una muy buena noticia” y que, según lo conversado con el embajador Niu Qingbao, las dos empresas manifiestan no solo que siguen interesados en invertir en Chile, sino que además, porque en particular ByD está en distintos rubros en Chile, que siguen con interés específico en hacer inversiones en litio, en los distintos elementos de la Estrategia Nacional del Litio (ENL).
Ayer la gigante china Tsingshan rompió oficialmente el silencio y confirmó, tal como reveló este martes Diario Financiero, que ya no está entre sus planes construir la planta de cátodos de litio de US$ 233 millones que había comprometido en el marco de la Estrategia Nacional del Litio.
"En Chile, Tsingshan Group, a través de su filial Yongqing Technology Co. Ltd. ganó una licitación de Corfo para convertirse en productor especializado de litio y planeaba construir una planta de cátodos de litio en el norte de Chile", sostuvo en un comunicado.
De todas formas, agregó que "valora el entorno de inversión de Chile" y que "no ha renunciado a explorar oportunidades para contribuir a los esfuerzos de agregación de valor del litio en Chile".
La invitación de Lula
El viaje de Boric a China entró en la agenda en lo más reciente y no necesariamente por la guerra comercial. Su origen tiene mucho que ver con la relación con su par de Brasil, Lula da Silva, que ha sido estrecha.
Si bien hubo tensión por discrepancias sobre el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, superado este impasse se comenzó a consolidar el vínculo. De hecho, el mandatario chileno ya ha viajado en tres oportunidades a dicha nación: al cambio de mando en 2023 en que asumió Lula y ese mismo año a una cumbre de mandatarios latinoamericanos en Brasilia. Este año fue convidado por Lula a la cumbre del G20 y hace un mes realizó una visita de Estado, donde se concretó la invitación para que viajara a China por gestiones directas del mandatario brasileño para juntar a Boric con Xi Jinping, en el marco de la reunión de la Celac.
En esta dinámica el Presidente chileno tiene como objetivo principal dar una muestra de independencia económica especialmente en Estados Unidos y, al mismo tiempo, reafirmar ante el líder chino confianzas y dar certezas de que para nuestro país la relación diplomática y económica con Beijing es importante, sobre todo en el marco de diversificación de mercados.
Un énfasis que encontró eco en el comunicado oficial de la gira conocida este viernes, la que probablemente no fue casualidad: “Chile fue el primer país sudamericano en establecer relaciones diplomáticas con China (1970); el primer país latinoamericano en apoyar la adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio (1999); el primero en reconocer a China como economía de mercado (2004); y el primer país del mundo en firmar un Tratado de Libre Comercio (2005)”.
La misma comitiva que acompaña a Boric es amplia: viaja acompañada por los ministros de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren; Agricultura, Esteban Valenzuela; Transporte y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz; la ministra de las Culturas, Artes y Patrimonio, Carolina Arredondo; y la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza.
Esta última, asociada a la labor del canciller y los representantes de InvestChile y de ProChile, tendrá un rol adicional, pues luego la espera la reunión prevista con el Representante Comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, a la semana siguiente en Corea del Sur, donde se realizará la reunión de ministros de Comercio del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC).
De ahí que no es solo especulación pensar que los ojos chilenos estarán puestos en China en los próximos días, sino que también aquellos del otro socio clave para Chile: Estados Unidos. 