
La imprenta detenida
En San Joaquín, el dueño de RM impresores, Rodrigo Moran, espera poder resistir un tiempo más antes de considerar el cierre de su empresa como opción. Pero confiesa que el margen es estrecho. “Yo creo que en tres meses nosotros podríamos estar dándonos vuelta y llegar al punto de equilibrio. Más allá imposible”, advierte.