¿Arrepentida? Alemania envía mensajes confusos sobre rescate a la banca europea

Bajo la creciente presión local, el gobierno germano está minimizando las decisiones tomadas en la última cumbre de la Unión Europea.

Por: | Publicado: Viernes 13 de julio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Las decisiones tomadas en la cumbre de la UE del 29 de junio han sido interpretadas en algunos lugares de Alemania como una derrota para la canciller, Angela Merkel, líder de la gobernante Unión Demócrata Cristiana (UDC), aumentando la presión política a la aproblemada coalición de gobierno. Una serie de comentaristas de medios y economistas han tomado la posición de que las principales propuestas de la cumbre -permitir que el Mecanismo de Estabilidad Financiera (MEF) “recapitalice a los bancos directamente” en la eurozona (aunque sólo con la condición de que la supervisión bancaria se centralice primero en la región) y usar los instrumentos del fondo “de manera flexible y eficiente” para estabilizar los mercados financieros- representan un giro desde la posición de Alemania sostenida largamente de que la ayuda financiera de emergencia para países en problemas sólo ocurrirá bajo estricta condicionalidad y a cambio del derecho de ejercer un ajustado control sobre cuánto dinero es distribuido.

El 5 de julio, una carta de 172 economistas alemanes publicada en un periódico, hizo un llamado a los ciudadanos para presionar a sus miembros del parlamento para que voten en contra de las propuestas en el Bundestag (cámara baja). Los académicos dijeron equivocadamente, como suele ser, que las decisiones de la cumbre representaban un importante paso hacia la “unión bancaria total” y que Alemania sería forzada a asumir los pasivos de todos los bancos de la zona euro, con nefastas consecuencias para las finanzas del país.

Esto provocó un contrataque de otro grupo de economistas de peso y consejeros gubernamentales, quienes tomaron la línea de que un mecanismo permitido por un supervisor bancario de la eurozona y un régimen de resolución sería un paso en la dirección correcta. La realidad, como generalmente ocurre en casos que involucran un “acuerdo” sobre la última respuesta política de la eurozona, es difícil de descifrar de las grandes declaraciones, ya que faltan los detalles cruciales sobre la implementación de las medidas. Este es de nuevo el caso. Como están las cosas, lo que se decidió en la cumbre es que los líderes de la eurozona trabajarán hacia una supervisión bancaria conjunta por el Banco Central Europeo (BCE) y que los bancos podrían ser directamente recapitalizados por el MEF. Por ahora, sin embargo, son los dichos de los 172 economistas los que están resonando más en los votantes de Alemania, donde el malestar popular está creciendo por la magnitud de los fondos de los contribuyentes potencialmente en riesgo en toda la eurozona.

Hay dos mayores vetas de críticas en Alemania con respecto a establecer algún tipo de riesgo compartido transfronterizo en el sector financiero. Primero, se dice que la recapitalización (dejando sólo a un fondo de seguro de depósito común) equivaldría a subsidiar a los bancos con dinero de los contribuyentes. Esto no es necesariamente verdad desde una perspectiva económica, ya que es posible usar los fondos para amortizar a los bancos que no son viables y “rescatar” a acreedores y accionistas.

Una segunda línea de razonamiento, que es cada vez más popular entre los académicos alemanes y autoridades monetarias, aborda el problema desde una perspectiva económica-política. El argumento aquí es que incluso si fuera posible concebir una solución que no involucre subsidiar a los bancos directamente, es poco probable que sea implementada porque los países, y especialmente los mayores estados miembro, que se estima tendrán débiles (y probablemente insolventes) instituciones financieras, inevitablemente pondrían presión sobre otros miembros de la eurozona para oponerse a cualquier movimiento para liquidar a los bancos con problemas, sea por razones políticas y económicas (o ambas). En cierto sentido, esta visión reconoce la realidad desordenada que frecuentemente acecha detrás de una alabada teoría.



Tribunal decide sobre MEF


Sin embargo, el Bundestag hace poco aprobó el tratado del MEF, junto con el compacto fiscal, y asumiendo que esto no necesita ser revisado (como dice el gobierno), es altamente probable que se convierta en ley. El principal riesgo de ese resultado descansa en el tribunal constitucional de Alemania, el que está revisando la constitucionalidad del acuerdo. La corte fue programada para fallar sobre un mandato judicial a fines de julio, pero dada la complejidad del tema y las reacciones políticas y del mercado de lo que gatillaría un fallo preliminar negativo (incluso si después es revertido), el presidente del tribunal, Andreas Voßkuhle, ha indicado que los jueces podrían necesitar dos o tres meses para tomar una decisión preliminar, que será seguida de un fallo final.

Aunque los mandatos judiciales generalmente no determinan el resultado final, en este caso es poco probable que el tribunal cambie de parecer de nuevo después del primer fallo. El MEF no puede ser ratificado en Alemania antes de que se tome una decisión sobre el mandato judicial o se alcance un fallo preliminar. Esto también significa que no puede ser operativo en la eurozona hasta entonces, ya que necesita la aprobación de los países miembro que representan 90% de los compromisos de capital del fondo (Alemania es el mayor colaborador, representando el 27% del total)
El principal problema con el MEF desde un punto de vista constitucional parece ser las reglas que gobiernan la responsabilidad de Alemania por futuras pérdidas de la eurozona. Voßkuhle ha señalado que quiere estar seguro de que no es posible aumentar el nivel sin la aprobación del Bundestag, expresando preferencia por el electorado alemán. Dada la tradición legal del tribunal, es poco probable que derogue la ley, podría pedir más derechos de participación para la cámara baja, y así reducir la efectividad operativa del MEF.



Evitando el debate


Durante la semana pasada, el gobierno ha intentado minimizar la importancia de las decisiones tomadas en la cumbre del UE. Primero, las autoridades del Ministerio de Finanzas han dicho que un régimen de supervisión común no estará listo en una extensión que permitiría a cualquier recapitalización directa de bancos antes del próximo año, y el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, hace poco dijo que incluso en el caso de inyecciones de capital equitativas, el soberano de los bancos en cuestión sería al responsable final por las pérdidas. Esto último no concuerda con las declaraciones de la Comisión Europea de que esa responsabilidad sería soportada por el MEF. Aunque el asunto es de gran importancia para los mercados financieros, el Ministerio no ha aclarado el tema, diciendo que los detalles técnicos de la propuesta serán revelados en septiembre, una señal de que el gobierno está ansioso de evitar un debate sobre el asunto.

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