Hace algunos años en un sitio de demolición, se encontró un tesoro que casi termina en la basura. Se trataba de un archivo de más de 5 mil fotografías de la vida en Chile en los años ‘70, que además incluía imágenes de la expedición de Jacques Cousteau a Rapa Nui, viajes a la Antártica y más. El autor fue el periodista Ismael Espinoza V., y gracias a una fundación esas imágenes no sólo no desaparecerán, sino que quedarán resguardadas digitalmente para las próximas generaciones.
Enterreno comenzó a funcionar en 2015 con la misión de rescatar las imágenes que relatan la historia de Chile y así conformar un patrimonio común, abierto y participativo. Detrás de la idea están los arquitectos Felipe Bengoa y Nicolás Fernández, que notaron los problemas de acceso a este tipo de documentos y la fragmentación de los archivos históricos y visuales en el país.
Lanzaron el proyecto en redes sociales, luego sumaron una plataforma digital y en menos de un año se transformaron en fundación, convencidos del valor que tiene el rescate y unificación de las imágenes análogas:
“Creemos que nuestra generación es la responsable de recibir y salvaguardar la fotografía que han producido nuestros antepasados. Este material tiene la urgencia de ser rescatado debido a que se encuentra constantemente en peligro de extinción, ya sea por descuido, catástrofes o el paso del tiempo, que degrada el material hasta hacerlo desaparecer”, señala Bengoa.
Cada foto cuenta

Además de sus cofundadores, en 2023 se sumó Carlos Maillet a la fundación, en la que trabajan junto a ocho colaboradores permanentes y voluntarios de diferentes regiones para digitalizar, contextualizar y publicar el material, así como también para crear proyectos expositivos y editoriales.
En 2017 lanzaron su primera plataforma digital, que sumó más de 7 mil usuarios registrados y 40 mil visitas mensuales. Casi 10 años después, sintieron que correspondía un cambio: hace algunas semanas lanzaron un nuevo sitio web que mantiene sus principios fundantes -abierto, gratuito y colaborativo- pero que suma más funciones y fotografías inéditas.
“Llevamos digitalizando archivos y fotografías históricas desde el 2015, el gran desafío está en la publicación de éstos en enterreno.com. La plataforma cuenta con más de 10 mil registros digitales publicados, pero eso es sólo una pequeña parte. El archivo total suma 140 mil, que esperamos publicar en los próximos meses”, cuenta Bengoa.
El rescate de esas 140 mil fotografías se ha logrado gracias al aporte de miles de personas e instituciones. Todas las imágenes que se publican utilizan licencias de Creative Commons elegidas por el usuario, que permiten solamente su uso educativo o académico, no comercial.
Un ejemplo es el archivo Turistel, la famosa guía de viajes chilena que existió entre 1984 y 2009, creada por la familia Sánchez Mena en sus viajes por el país y que dejó un testimonio visual de pueblos y localidades que antes no eran visibilizadas como destinos turísticos.
O el archivo de Luis Mitrovic Balbontín, arquitecto y fotógrafo que dejó un registro de más de 17 mil imágenes en soportes como negativos, placas de vidrio y películas en 8mm. Una de las colecciones favoritas de los creadores de Enterreno y que está en proceso de digitalización por parte de los alumnos de Arte y Conservación del Patrimonio de la Universidad San Sebastián.
El tamaño y antigüedad de estos registros puede ser intimidante (como el archivo de María Lobos Montero, con fotos de la zona central en 1888, y que actualmente se encuentran en etapa de publicación), pero Bengoa es claro: cada foto cuenta y puede aportar a la memoria visual chilena.
“Queremos que sepan que no se necesita tener grandes colecciones para participar; incluso una sola imagen puede ser invaluable. La historia no está completa sin sus imágenes”.
Para las instituciones, en tanto, el beneficio es doble. No sólo pueden conservar sus imágenes y registros históricos, sino también integrarse a una red más amplia de archivos a nivel internacional gracias a una membresía anual. Enterreno es, por lo demás, integrante de OPAN Global, una federación internacional de archivos históricos a la cual pertenecen desde 2023 y donde fueron los primeros representantes de Latinoamérica.
Nuevas etapas e ideas

Aunque el archivo es grande -y sigue creciendo-, hay ciertos periodos y zonas del país con menos registros en comparación con el lapso 1960-1980, donde se concentra la mayoría de las imágenes. Frente a esto, el equipo de Enterreno está analizando la base de datos para evaluar dónde enfocarse.

“Las fotos más escasas son del periodo inicial de la fotografía en Chile, entre los años 1843 y 1880, claramente por un tema adquisitivo de las cámaras en esa época, junto con la logística y dificultad de viajar en esos años. Por eso estamos realizando un estudio que lanzaremos próximamente sobre la cobertura nacional de los registros históricos en Chile, para determinar dónde y en qué época debemos concentrar esfuerzos para generar un archivo visual más homogéneo y representativo de todas las regiones”, explica Bengoa.
Junto con ese estudio, enterreno.com sumará nuevas funcionalidades, como juegos interactivos y nuevas técnicas en el manejo de bases de datos y búsquedas masivas gracias a la inteligencia artificial.