DF Lab Opinión/ ¿Es tiempo de un Chief Carbon Officer?
"La reducción de emisiones y la descarbonización son tan complejas y multifacéticas que necesitarán tener a alguien de alto nivel que las supervise".
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La necesidad de reducir los gases de efecto invernadero (GEI) y la descarbonización está creando un punto de inflexión para las industrias. Las reducciones de GEI están siendo impulsadas en parte por las normativas y los objetivos gubernamentales de muchos países y regiones. La UE, por ejemplo, pide una reducción del 55% para 2030 y la neutralidad del carbono para 2050. El interés por la reducción de los GEI también se ve impulsado por las preferencias de los usuarios finales, ya que, 87% de los consumidores afirma que prefiere los productos respetuosos con el medio ambiente y 50% incluso dice que están dispuesto a pagar más por ellos.
La gestión de todos estos factores relacionados con los gases de efecto invernadero puede ser complicada y, al mismo tiempo, el enfoque que adopten las empresas para lograr la reducción de las emisiones de carbono tendrá un impacto financiero considerable. Para responder con éxito, se podría requerir un nuevo papel en la alta dirección.
¿Deberían las empresas considerar la posibilidad de crear un nuevo cargo ejecutivo, el de Chief Carbon Officer? Algunos podrían argumentar que ya existe una larga lista de funciones de "jefe" en las organizaciones, ¿por qué añadir otra? Otros dirán que no, que esto debería ser responsabilidad del Director de Sostenibilidad. Sin embargo, la reducción de emisiones y la descarbonización son tan complejas y multifacéticas que necesitarán tener a alguien de alto nivel que las supervise, alguien que pueda enfocar, priorizar y equilibrar los esfuerzos relacionados con el carbono para reflejar las necesidades financieras, comerciales, de cumplimiento y de los clientes en toda la empresa. Esta función implicaría muchas tareas y áreas que, sencillamente, no están incluidas en una función existente.
Por ejemplo, el Chief Carbon Officer se encargaría de crear una base de datos sobre las emisiones de GEI, evaluar los costos por negocio y establecer direcciones para los planes de acción, las unidades y funciones. Así también, debería desarrollar y dirigir la aplicación de la hoja de ruta de reducción de GEI, integrar las inversiones a los planes financieros a largo plazo, las opciones de financiación, las hojas de ruta tecnológicas y la estrategia de fusiones y adquisiciones. También debería gestionar la relación con los stakeholders internos y externos y establecer la dirección para la creación de capacidades y los sistemas de gestión relacionados con las oportunidades de negocio para la reducción de GEI.
El puesto proporcionaría un propietario para la transformación del carbono, alguien con responsabilidad integral y autoridad para tomar decisiones en varios departamentos y unidades de negocio. Este ejecutivo podría examinar las emisiones y los esfuerzos de descarbonización a la luz del impacto global en el futuro de la empresa, desde una perspectiva de conjunto.
La evolución hacia la reducción de los gases de efecto invernadero ofrece una importante oportunidad de crecimiento para las industrias. Pero también implicará importantes retos a medida que las organizaciones trabajen para reducir su huella de GEI. Contar con un ejecutivo de alto nivel dedicado a definir y dirigir este viaje será clave para aprovechar las oportunidades sin verse abrumado por esos desafíos.