A unos US$ 5.000 millones se acerca la deuda tributaria vigente en el país, según precisó ayer el tesorero general de la República, Hernán Frigolett.
Del total, el mayor porcentaje corresponde a microempresas (55,49%), lo que guarda relación con la cantidad absoluta de impagos.
En el caso de las personas, los dineros pendientes superan los US$ 500 millones, explicados por el no pago del impuesto territorial, es decir, las contribuciones.
Frigolett precisó que de la cifra de impuestos que no se han cancelado -entre ellos IVA, por ejemplo- un 25% ya se considera en una categoría de incobrable. El esfuerzo de la Tesorería, por ende, está enfocado en recuperar el resto. De ahí el trabajo -en conjunto con el organismo de fiscalización que es Impuestos Internos- de facilitar la cobranza y las mismas reprogramaciones por parte de los contribuyentes.
De hecho, también se está trabajando en un proyecto de ley en el mismo sentido.