Zaldívar: "La DC no está en condiciones de hacer un pacto con la derecha en la actual situación del partido"
“Debemos hacer esfuerzos por evitar que esta crisis en la DC se siga profundizando”, dijo el senador.
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Aunque el presidente del Senado, el democratacristiano Andrés Zaldívar, no quiere calificar la crisis que atraviesa su partido, sí advierte que “puede tener un desarrollo bastante crítico, si no somos capaces de asumirlo como corresponde”. También el derrotero que tomó la situación generada en la colectividad, porque está convencido de que quienes optaron por dejar las filas falangistas el viernes son personas “valiosas”.
A juicio del senador, quien se cuenta entre los fundadores de la colectividad, lo que está pasando en la DC no tiene su origen en el resultado electoral, sino que “viene desde antes, en que hay una necesidad de realmente practicar la democracia interna. Escucharnos y precisar cuáles son nuestras posibles divergencias”, dice, por lo que más que nunca, tras la renuncia de Progresismo con Progreso, la dirigencia debe convocar a un Congreso, plantea. Tal como lo hizo en una carta abierta a la militancia que difundió a mediados de la semana pasada.
- ¿A qué atribuye que las diferencias que siempre ha habido en la DC hayan llegado a este punto en que parece que no pueden convivir?
- Ha sido una falta de capacidad de buscar los lugares para definir. Y hemos quedado, muchas veces, en la ambigüedad.
- ¿Cuán importante es para la DC la renuncia de los 31 militantes, incluida Mariana Aylwin?
- Hay que ser realistas, por supuesto que es un golpe duro para el partido. Ellos son militantes de larga trayectoria y muchos de nosotros hemos trabajado junto con ellos. Sin embargo, creo que el camino que han escogido no correspondía, así se los solicité yo, a pesar que pudo haber sido tardía mi petición.
- ¿Qué le planteó a las personas con las que conversó antes que renunciaran?
- Que la reflexión la teníamos que hacer entre todos dentro del partido, para realmente reencauzar nuestra organización con una mirada de futuro, valorando la diversidad que tenemos. Espero que con el tiempo próximo, si dentro del partido somos capaces de hacer esa reflexión a la que estoy llamando, y creo que hay que hacerla desde dentro del partido, ellos puedan recapacitar y reincorporarse.
- ¿Habló específicamente con Mariana Aylwin para evitar su renuncia?
- Sí, hablé con varios de ellos.
- ¿Y cómo los vio, decididos?
- Los vi que estaban muy heridos, seguramente llegué atrasado a solicitar lo que creí que había que hacer. Pero espero que vuelvan, insisto, en eso creo que el partido siempre debe estar abierto. Conozco muchos casos de personas que habiéndose ido del partido, después han solicitado su reincorporación.
- ¿Algo así como que ‘quien se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen’?
- Claro, es que la afiliación al partido es voluntaria como también lo es su distanciamiento. En este caso su alejamiento ha sido decisión voluntaria de cada uno de ellos. Pero, bueno, yo no pierdo la esperanza de seguir trabajando en esto. La Democracia Cristiana es necesaria para este país y debemos hacer esfuerzos por evitar que esta crisis se siga profundizando.
- ¿Insiste en que esta situación no es tan grave como la del ’69, cuando se escindió el MAPU?
- Insisto en eso y se equivoca quien piense que hay una visión diferente en los contenidos y en los compromisos de valores que tenemos. No es como el ’69 en que había una definición de un grupo de irse por el camino de la interpretación del marxismo, para buscar una construcción de sociedad con la que no estábamos de acuerdo. En este caso no creo.
Quienes se han marginado del partido son personas que han mostrado tener un espíritu democratacristiano y una convicción democratacristiana.
- ¿Y el hecho de que ellos hayan criticado la política de alianza de la DC?
- Están en todo su derecho. Insisto, el derecho a la crítica política es un derecho inmanente dentro de un partido democrático.
- ¿Por qué es tan duro que se fueran?
- Porque, personalmente, creo que es gente muy valiosa que no estaba fuera de la línea del partido. Al contrario, demostraron en muchas oportunidades su adhesión absoluta a lo que es su posición.
- ¿Cree que alguno de ellos podría trabajar con el gobierno de Sebastián Piñera?
- No creo que ninguno de ellos se sienta interpretado por ese gobierno, por lo menos por lo que yo he hablado con algunos de ellos. No creo que ninguno esté en esa línea.
Reflexión necesaria
- ¿Qué es lo que la DC tiene que definir en la reflexión que propone?
- Hay que ser claros: cuando optamos por la Concertación hicimos un acuerdo, con el partido en pleno, y nadie discutió nuestra participación dentro de la Concertación y la transición y no hubo dificultades.
- ¿Y dónde está el problema?
- El problema parte cuando se amplía la capacidad de alianza hacia otros sectores.
- Estamos hablando del PC en particular, ¿cierto?
- Empieza con el Partido Comunista, pero también en este segundo gobierno de la presidenta Bachelet, en el que se empiezan a manifestar diferencias entre nosotros acerca de cómo afrontar las reformas. Unos, legítimamente, creían que las reformas debían hacerse en mayor profundidad y con mayor rapidez; y otros creían que debían hacerse en forma más paulatina. No había dudas acerca de hacerlas, sino en qué condiciones hacerlas.
- ¿Cree que en la DC pueden convivir las diferencias?
- Es perfectamente posible, aquí hay más que nada un problema de trato, falta capacidad de tacto para hacer las cosas. Por ejemplo, estoy en absoluto desacuerdo con la forma de actuar de la directiva, que se hizo parte ante el TS por Mariana Aylwin.
"La Democracia Cristiana no está en condiciones de hacer un pacto con la derecha"
- ¿Cree que el PC en Chile no se ha renovado como en otras partes del mundo?
- Ha cambiado en ciertos sentidos, pero es mucho más conservador desde el punto de vista político de lo que es en otras partes del mundo, donde se han declarado clara y explícitamente socialdemócratas. Aquí les falta esa declaración, pero indiscutiblemente hoy no veo al Partido Comunista de Chile ni propiciando la dictadura del proletariado ni una economía centralizada planificada ni eliminando la posibilidad de integrar lo privado. Pero nos separa de ellos su defensa al gobierno de Maduro y el tema de los derechos humanos. Yo no soy contrario a entenderme con el PC en cosas concretas.
- ¿En temas programáticos?
- En cosas concretas. Pero si muchas veces nos hemos puesto de acuerdo con el PC, incluso en los tiempos en que el PC estaba en la otra diáspora, estuvimos de acuerdo en hacer cosas conjuntas. Pero hoy día con el PC hay que ser muy claros en qué estamos de acuerdo.
- ¿No descarta ningún tipo de alianza?
- No descarto nada, salvo una cosa: la Democracia Cristiana no está en condiciones de hacer un pacto con la derecha en la actual situación del partido, no está en condiciones. Respecto del gobierno que asume, la Democracia Cristiana tiene que hacer oposició; no quiero ponerle apellido. Una oposición como nosotros, siempre hemos dicho que hay que hacerla en democracia: donde uno tiene que tratar de aprobar lo que sea positivo para ese país, que uno cree que hay que construir; y rechazar aquellas cosas que uno crea que no van en esa línea. Pero no soy partidario de negar la sal y el agua per se.
- ¿Y con el Frente Amplio?
- Hoy no creo que tengamos ninguna cercanía con ellos. Yo respeto mucho al Frente Amplio, creo que es un proyecto que está en proceso, pero que va a crear dificultades tanto a quienes han sido nuestros socios como también a nosotros. Es una fuerza emergente y hay que ver cómo se desarrolla y si en algunos temas estamos de acuerdo, concurriremos a un acuerdo.