Por Ángela Chávez M.
Que el padrón electoral en Chile está envejeciendo, es un hecho que confirman las cifras y que es tema de debate entre analistas de derecha y de izquierda. Mientras en 1988 el 36% de la masa electoral estaba compuesta por jóvenes de entre 18 y 29 años, durante las últimas elecciones presidenciales dicho grupo etáreo apenas alcanzó el 8%.
De ahí la incógnita que despierta el movimiento estudiantil que ha estado demandando en estos últimos tres meses no sólo una educación gratuita y de calidad, sino que cambios profundos en el sistema político. ¿Tendrá este casi millar de jóvenes que se reconoce descontento y desilusionado con la clase política, una expresión electoral?
El punto es que no hay certeza de cuántos de los manifestantes -secundarios mayores de 18 como univesitarios- está inscrito en los registros electorales, lo cierto, eso sí, es que con sus exigencias dicen los analistas, estos jóvenes cambiaron el panorama y los temas del debate político, por lo que una modificación de fondo al sistema sería casi inminente y por los mismo, un rebaraje del cuadro político.
Es que de generarse una inscripción voluntaria y masiva, de modo que cambie la tendencia que se ha venido dando en los últimos años, habrá un impacto electoral con consecuencias para los dos bloques políticos, Concertación y Coalición por el Cambio.
Un vuelco, en todo caso, también podría venir de la mano de las llamadas reformas políticas que se discuten por estos días en el Congreso y donde se incluye la inscripción automática y voto voluntario, así como el derecho a sufragio para los chilenos que residen en el extranjero y las primarias vinculantes, pero cuya vigencia está en duda.
Las miradas técnico-políticas
El coordinador del Programa Sociedad y Política del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), Alvaro Bellolio, cree que si bien este movimiento estudiantil puede variar en algo la tendencia de los niveles de inscripción, éste cambio sería poco significativo.
Es más, afirma que paralelamente en las redes sociales han surgido una serie de campañas que llaman a los jóvenes a participar de las próximas elecciones, no obstante, “eso va a ser un cambio porcentual de un 1%, por lo que la inscripción automática tiene que ser sí o sí”, dice aún cuando reconoce que tiene dudas de si dicho mecanismo estará vigente para las municipales.
“Una de las causas del descontento social es la supuesta falta de representacion y las reformas que se están planteando, tanto en el sistema de primarias, inscripción automática y voto de los chilenos en el extranjeros van en la dirección correcta, son los requisitos mínimos que necesitamos para darle más representatividad a nuestra democracia. El único problema es que puede que su implementación tome tiempo y no estoy seguro si alcanzan a verse en las próximas elecciones”, puntualiza el experto del centro de estudios ligado a la derecha política.
En la misma línea, el ex ministro y actual director del área política de la Fundación Chile21, Francisco Vidal, asegura que “frente a la enfermedad del sistema no queda más que cambiar el binominal, avanzar en inscripción automática y voto voluntario, el voto de los chilenos en el extranjero sin requisito y primarias abiertas y vinculantes. Hay que hacer la política más competitiva y este conjunto de cosas lo hace”.
Pero al igual que Bellolio, el ex vocero advierte que es poco probable que dichas iniciativas que están radicadas en el Congreso, estén operativas en el plazo inmediato. “Está todo desagregado, aislado un tema del otro, sin las urgencias necesarias”, afirma.
De ahí que en un tono casi apocalíptico, Vidal anticipe que “si no se hacen cambios de magnitud la crisis se profundizará” por lo que no descarta un aumento de los votos nulos y blancos en los próximos comicios. “Los cabros se van a inscribir en la medida que sientan que ir a votar implica cambios en el país, pero si van a votar bajo el mismo sistema binominal (no vale). Estos millones de compadres mayores de 18 y menores de 29 de alguna forma ya han votado, por la vía de no inscribirse”.
En medio de este panorama, en el Servicio Electoral (Servel) confirman que en los últimos meses ha habido un leve aumento del número de inscripciones practicadas. Mientras en junio se reportaron 3.886 inscripciones, en julio se sumaron 5.341 inscritos. Está por definirse, eso sí, cuántos son nuevos votantes.
En paralelo, en el PS, la DC y PPD, afirman que también han registrado un aumento del número de nuevos militantes.