Cinco minutos antes de las 12:00 horas, la presidenta Michelle Bachelet llegó al Congreso en Valparaíso para participar de la ceremonia de cambio de mando. Así, cumplió el último paso del periplo que inició el lunes, cuando llegó al palacio presidencial de Cerro Castillo para preparar el día en que volvió a la presidencia de la República, luego de cuatro años, en que la mayor parte del tiempo estuvo en Nueva York.
En una ceremonia marcada por la emotividad y los simbolismos debido a que algunos minutos antes la senadora Isabel Allende, hija del ex presidente Salvador Allende, había sido nombrada presidenta del Senado, y fue precisamente ella quien le puso la banda presidencial a Bachelet, la mandataria saludó a sus partidarios apostados en el Congreso, en algunos momentos con visibles muestras de emoción.
Antes del inicio del acto llegó hasta el salón del Congreso pleno en Valparaíso el presidente saliente, Sebastián Piñera, quien junto a su gabinete permaneció por algunos momentos en la testera, hasta que se concretó el retorno de Bachelet.
Tras un par de palabras mientras se intercambiaron la banda presidencial, Piñera entregó la piocha de O’Higgins a Bachelet e hizo abandono del edificio, junto a su esposa Cecilia Morel. Posteriormente se retiró su gabinete.
A la salida de la sede del Poder Legislativo, Piñera se subió al volante de su camioneta, acompañado por Cecilia Morel como copiloto y partió manejando rumbo a Santiago. En escuetas palabras a TVN señaló que había sido un honor servir como presidente de la República y destacó que volvió a ser un ciudadano más del país.
En el intertanto, al interior del Congreso, se procedió a tomar juramento o promesa a los nuevos ministros que acompañarán en el gabinete a la mandataria y que es encabezado en Interior por el ministro Rodrigo Peñailillo. Uno a uno los ministros cumplieron con el rito republicano, ante un Salón de Honor que se vio completamente colmado con los más de 1.600 invitados. A nivel local destacaron autoridades de todos los poderes del Estado, políticos que abandonaron el Congreso y la vida pública, los ex presidentes desde el retorno a la democracia, representantes de los gremios empresariales e incluso ex candidatos presidenciales, como Tomás Jocelyn- Holt y el ex abanderado del PRO, Marco Enríquez-Ominami.
Tras la entrega de la banda presidencial a Bachelet, la presidenta del Senado, Isabel Allende, dijo que vivió el momento “con mucha emoción, ha sido un tremendo privilegio para mí”, y recordó que “tenemos un tremendo compromiso como Nueva Mayoría para responderle a la ciudadanía con el plan de gobierno que ofrecimos en campaña y estoy segura de que vamos a cumplir con ese sueño de los chilenos”.
Visitas internacionales
En el Congreso, la presidenta Bachelet estuvo acompañada de mandatarios y altos representantes de una veintena de países, quienes curiosamente llegaron al Congreso más tarde que las autoridades locales.
Entre los mandatarios destacaron los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; de Brasil, Dilma Rousseff; de Ecuador, Rafael Correa; de Bolivia, Evo Morales; de Perú, Ollanta Humala; y de Uruguay, José Mujica.
Con ellos principalmente se mostró muy cercana, en clara alusión a la postura que quiere implementar de buena relación con el resto de los líderes de la región, especialmente de los países vecinos, en uno de los ítem que, a su juicio, fue descuidado por la administración Piñera.
Además, asistieron al cambio de mando el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, y el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.
Entre los mandatarios más populares de la jornada, Mujica lideró por lejos, siendo el más requerido por los asistentes quienes se fotografiaron con el carismático líder uruguayo. Muy cerca en arrastre se ubicó la mandataria brasileña, quien tuvo varios requerimientos por parte, principalmente, de los parlamentarios nacionales.
Si bien uno de los temas que se tomó los días previos al cambio de mando, fue la polémica por la supuesta visita del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, finalmente el mandatario declinó asistir y envió en su representación a su canciller, Elías Jaua. Pese a ello, el tema igual estuvo presente en la ceremonia, dado que algunos diputados de la Alianza por Chile manifestaron sus críticas al gobierno de ese país mediante chapas que utilizaron en sus solapas con la leyenda “SOS Venezuela” , a modo de llamar la atención sobre lo que ocurre en ese país.