Movimiento Amplitud profundiza su proceso de desmarque de los partidos de la Alianza


Cuando el escenario político de la derecha no es el más auspicioso, el Movimiento Amplitud profundiza sus diferencias con el sector y estrecha sus lazos con el gobierno, en un proceso de desmarque que se viene gestando desde que un grupo de cuatro parlamentarios dejó Renovación Nacional por controversias con la línea política adoptada por sus dirigentes. Esta vez, las discrepancias con su sector se manifestaron en el marco del debate sobre seguridad en que el grupo se mostró partidario de que a la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) se le otorguen atribuciones para realizar actividades operativas y que cuente para ello con agentes encubiertos, a lo que la Alianza se ha opuesto de plano.

El pasado viernes 26, la líder del movimiento, senadora Lily Pérez, llegó –acompañada de la comisión de Seguridad de Amplitud, encabezada por Eugenio González- hasta el gabinete del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, para entregarle un documento de 10 carillas con la propuesta para modificar la ley sobre el Sistema de Inteligencia del Estado que creó la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI). Con la propuesta en la agenda de seguridad que postula los agentes encubiertos para realizar operaciones que lo requieran, una vez más, Amplitud se aparta de la línea mantenida por la derecha en relación a las reformas del gobierno.


La real nueva derecha


Esta situación se ha convertido en una constante y es la que ha impedido que RN se allane a acuerdos con el naciente movimiento. El primer punto de conflicto se generó cuando este grupo selló un compromiso con el gobierno en torno al proyecto de cambio al binominal que el Ejecutivo envió al Congreso.

De hecho, el acuerdo entre Amplitud y el gobierno para sacar adelante el proyecto que cambia el binominal, fue clave para su aprobación en la Cámara de Diputados. Al punto que la presidenta Michelle Bachelet invitó al movimiento al desayuno en que agradeció al oficialismo por la labor realizada.

Pero a pesar de las señales que ha enviado, Amplitud descarta estar allegándose a la Nueva Mayoría. La explicación del movimiento para darle sentido a una estrategia que, admiten, les ha dado réditos políticos, pues sus votos se han vuelto indispensables en el Congreso, es que “somos la verdadera nueva derecha. Porque somos liberales en todo, tanto en lo valórico como en lo económico”. Y a juicio de la senadora Pérez, el hecho de que el gobierno los busque para negociar y llegar a acuerdos se debe “a que hacemos un trabajo serio y responsable. Saben que no estamos blufeando”.


Agente encubierto


Donde se está expresando ahora la distancia con su sector es en materia de seguridad. La discrepancia se hizo notar cuando la semana pasada, la derecha le presentó su propuesta a Peñailillo, en cuya elaboración no participó Amplitud.

En todo caso, la mayor discrepancia entre la propuesta del movimiento liderado por la senadora Pérez y la derecha es que el primero plantea derogar el artículo que obliga a la ANI a depender de las Fuerzas Armadas para acceder a la figura del agente encubierto. Amplitud ha expresado la convicción de que la Agencia nacional de Inteligencia (ANI) debe contar con estos agentes operativos para reunir información y poder realizar tareas de infiltración y así lo establece en una de sus principales propuestas.

Mientras que en la Alianza insisten en que la ANI ya tiene acceso a estas labores de inteligencia a través de las Fuerzas Armadas y que no es necesario, e incluso que es riesgoso, que la agencia tenga esta atribución. Aunque para salvar estas aprensiones que el tema genera tanto en un sector de la Nueva Mayoría como en la Alianza, el movimiento también propone la prohibición explícita de que algunas altas autoridades -como ex presidentes de la República o parlamentarios entre otras- puedan ser objeto de indagaciones a través escuchas telefónicas u otras del estilo.

Las diferencias en esta materia fueron más evidentes, cuando la propuesta de la derecha fue elaborada por los partidos y los centros de estudio del sector, incluido AvanzaChile, de Sebastián Piñera, sin la participación de Amplitud.