La Sala de la Cámara aprobó este lunes, por 103 votos a favor y una abstención, el proyecto de ley que venía de la Comisión de Hacienda -donde fue aprobado por unanimidad- restablecer el llamado “feriado bancario” que fue derogado en el marco de la Ley Fintech. De esta manera, quedó despachado para ser promulgado por el Gobierno.
El pasado 12 de agosto había ingresado la moción parlamentaria que busca restablecer el feriado y que tanto oposición como oficialismo comparten que es un “error” que es necesario corregir. La votación de la iniciativa fue seguida desde las tribunas por representantes de los funcionarios bancarios, que festejaron con aplausos el resultado del trámite.
Los autores de la iniciativa son los senadores socialistas Fidel Espinoza y Gastón Saavedra; los demócratas Ximena Rincón y Matías Walker; y, el PPD Ricardo Lagos Weber. El proyecto contó, además, con el respaldo del Ejecutivo que le dio rapidez a su tramitación, poniéndole urgencia de discusión inmediata, con la finalidad de que esté vigente para este 31 de diciembre.
La propuesta establece que “los bancos no atenderán presencialmente al público el 31 de diciembre de cada año, ni los días sábados de cada semana, salvo autorización de la Comisión. En ningún caso deberán considerarse esos días como festivos o feriados para los efectos legales, excepto en lo que se refiere al pago y protesto de letras de cambio”.
“Efecto colateral”
Entre los antecedentes de la iniciativa se señala que la eliminación del feriado fue una “omisión material y un efecto colateral de la técnica legislativa empleada, por cuanto la conveniencia o inconveniencia de mantener el feriado no fue materia de discusión especifica durante la tramitación” y que, por lo tanto, el Congreso no quiso deliberadamente privar a las instituciones bancarias y a sus trabajadores de un feriado que formaba parte de su tradición normativa.
Y, añade, que el haber eliminado la práctica “aumenta innecesariamente los costos operacionales y rompe un equilibrio que demostró ser funcional, eficiente y que ha asegurado por años la continuidad y solidez operativa, generando impactos negativos de relevancia”. En contraste, la reapertura de las sucursales el 31 de diciembre no representaba una mejora efectiva para la ciudadanía.