Un ajetreado día después de la cuenta pública del 21 de mayo tuvo Julio Dittborn. Debió asumir como ministro subrogante de Hacienda tras un viaje del ministro Felipe Larraín y muy temprano fue convocado a La Moneda para participar en el consejo de gabinete que encabezó el presidente Sebastián Piñera previo a su viaje a Colombia para participar en la VII Cumbre de la Alianza del Pacífico.
Desde Teatinos 120, Dittborn destaca los logros que, a su juicio, ha anotado el gobierno y cree definitivamente que la gente tiene que sacar la cuenta de cómo estaba hace cuatro años y cómo está hoy, en un año eleccionario como el que estamos viviendo.
- ¿Fue pertinente que el balance del discurso estuviera marcado por el área económica y mostrando diferencias con el gobierno anterior?
- Creo que nadie debe sentirse ofendido cuando se hacen comparaciones entre gobiernos. Es perfectamente legítimo, especialmente de cara a una elección y se están dado cifras duras, no se están dando opiniones subjetivas al hacer estas comparaciones. Esto contribuye a que en una democracia la gente esté informada. Obviamente se pueden rebatir esas cifras, si la oposición considera que son equivocadas o no son las reales, pero si no son rebatidas, son las reales. Me parece que es un elemento adicional y útil para que la gente se forme una opinión sobre el gobierno actual en comparación con el gobierno inmediatamente anterior, que es el más natural para compararse.
- Las críticas de la oposición se centraron en que en estas comparaciones se comparó todo con el año 2009, o sea, en plena crisis...
- No, las comparaciones no se hicieron sobre un solo año, no se compararon los tres años del presidente Piñera con un año de la presidenta Bachelet, sino que con los cuatro años de la presidenta Bachelet. No hay una intención de llevar a equívoco y elegir un año que fue el año post crisis para hacer las comparaciones.
- Hace un par de semanas, Alberto Arenas dijo en un seminario que se tejieron bastantes mitos respecto al gobierno anterior de Bachelet y que previo a la crisis esa administración creció a niveles bastante similares a los de este gobierno...
- Efectivamente el gobierno anterior sufrió una crisis importante, especialmente el 2009, pero yo diría que la característica de ese gobierno fue un aumento muy importante del gasto público, que fue del 10,3% real anual en los cuatro años, el aumento más importante que tuvo el país desde el gobierno de la Unidad Popular. Si uno le quita el año 2009, cuando el gasto público aumentó alrededor de 17 puntos, igual el gasto público creció 8,5% anual, de tal manera que ellos dejaron un gasto público tremendamente potente, inflado, con o sin crisis. En cambio, en el gobierno del presidente Piñera ha ocurrido lo contrario. Además, el señor Arenas y su equipo nos dejó una situación fiscal bastante deteriorada, cosa que fue cerciorada por la comisión externa que presidió Vittorio Corbo. Ellos argumentaban que nos iban a dejar un déficit estructural de 0,4% del PIB y, sin embargo, las cifras a las que llegó Vittorio Corbo y el grupo fue a un déficit de 3% del PIB, y nosotros lo que vamos a dejar en -1%. La gestión económica de la presidenta Bachelet no sólo estuvo marcada por la crisis, sino que hubo una tendencia en general a mayor gasto público, mayor Estado y, por lo tanto, menor crecimiento y menor generación de empleo.
- Pero Arenas decía que en 2009 nadie le cuestionó el plan anticrisis a Michelle Bachelet y que esas medidas sirvieron para que el gobierno actual anotara estos números...
- Mire, la realidad se puede mirar de muchas maneras. Finalmente van a ser los chilenos los que van a juzgar si ellos al cabo del gobierno del presidente Piñera están mejor o peor que al término del gobierno de la presidenta Bachelet. Creo que todos los adultos, al menos la gente que trabaja, se va a formar una opinión de eso. Nosotros creemos que es ineludible, es clarísimo, que el crecimiento del empleo, de los salarios, de una gran cantidad de variables económicas han sido muchísimo mejores en estos cuatro años. La gente si mira esto desapasionadamente, no ideológicamente, creo que debería sentir que en estos cuatro años se ha avanzado más en el bienestar económico de las personas que lo que se hizo en los mismos cuatro años de la presidenta Bachelet.
"La discusión tributaria es legítima"
Indudablemente el tema tributario se ha tomado la agenda mediática en materia presidencial. Para el ministro (s) de Hacienda, esta discusión "es legítima de cara a una elección. Creo, eso sí, que los candidatos deben ser prudentes en sus planteamientos porque obviamente va a generar incertidumbre en los agentes económicos. Un festival de reformas tributarias es radicalmente distinto a lo que tenemos hoy, entonces uno pide prudencia en plantear esto" En tanto, respecto al Fondo de Utilidad Tributaria (FUT), manifiesta que "son impuestos ya pagados, el FUT es el impuesto ya enterado por la empresa que hoy ya está invertido en bienes raíces, en depósitos financieros, en empresas, en máquinas, es un adelanto del impuesto que finalmente terminan pagando los socios o los accionistas de la empresa". Sobre su eventual modificación, afirma que "hoy el tamaño del FUT es muy alto, alrededor de una vez el PIB actual, por lo tanto, cualquier decisión que se tome al respecto -dado que estas son inversiones ya realizadas, que ya están hechas- tiene que ser muy prudente y con mucho fundamento técnico porque si no le podría causar un daño al país, cualquiera sea el gobierno que ganara la próxima elección".
Visión crítica sobre bajada de Golborne: "Dio la sensación que son piezas de ajedrez que se mueven"
Plantea que la salida del Congreso de Camilo Escalona "no es una pérdida" para el país.
- ¿Cómo vio la salida del gobierno de Pablo Longueira para asumir la candidatura presidencial, en desmedro de Laurence Golborne?
- Creo que la ciudadanía se vio sorprendida. El ingreso de Pablo Longueira fue una cosa intempestiva, que no fue buena para la Alianza del punto de vista de la imagen pública. Dio la sensación de que estas son piezas de ajedrez que se mueven, pero a veces en la vida uno toma las mejores decisiones, no siempre se puede evitar herir a otras personas como en este caso. Yo creo que Laurence Golborne estaba muy sentido, estaba haciendo un esfuerzo muy grande por esta campaña. Ahora creo que Pablo Longueira es un político de fuste y que se ha notado más presencia, fuerza, por lo menos yo lo he notado. No quiero ser injusto con Laurence, pero me parece que Pablo tiene un carisma, una fuerza mayor, que lo ha hecho estar más presente en la discusión pública. Vamos a ver qué pasa hacia delante.
- ¿Cómo ve los primeros días de campaña al interior de la Alianza? No se ve esfuerzo entre los candidatos por diferenciarse...
- Este es el costo que tienen las primarias, personas que piensan parecido tienen que diferenciarse y eso, de por sí, es conflictivo y pasa en cualquier primaria. Yo conozco a Pablo y sé que es una persona que solo llega al conflicto cuando es inevitable.
- ¿Pero es buena estrategia con tan poco tiempo en carrera?
- Creo que hoy la gente rechaza el conflicto permanente. Creo que hoy es un activo para un candidato no estar en el núcleo de un conflicto, aunque eso signifique no marcar más diferencias...
- ¿Eso implica que el silencio del que se acusa a Michelle Bachelet es un activo?
- Lo que pasa es que yo creo que los candidatos tienen que pronunciarse sobre los temas de fondo. Creo que para ella rehuir el conflicto ha sido un activo, vivir afuera tanto tiempo fue un activo, pero estar acá y hacerse responsable de los conflictos de la Concertación le va a quitar algún apoyo.
- Se ha hablado de una pérdida para el Congreso la salida de Camilo Escalona del Senado, ¿usted cómo ve el tema?
- Teniéndole una simpatía especial a Camilo, con quien me tocó ser diputado integrante de la comisión de Hacienda, no lo siento como una gran pérdida para el gobierno ni para el país. La dureza con la que la oposición ha actuado en este gobierno ha sido bastante generalizada, no creo que una persona haya evitado eso ni pueda evitarlo hacia el futuro.