Los montos transados de las acciones chilenas están en máximos históricos, gracias al sostenido apetito de compra que ha llevado al S&P IPSA a batir casi 50 récords durante 2025. Pero un doble click a los flujos revela que Latam Airlines tiene una influencia desproporcionada, y que el repunte está a un largo camino si se ajusta por inflación.
Agosto logró algo que nunca se había visto en las acciones nacionales: $ 37,9 billones (millones de millones) de monto transado acumulado en 12 meses, según datos de la Bolsa de Santiago.
Los números reflejan el buen momento de la renta variable local, cuyo principal índice, el IPSA, ha batido récords 49 veces en el curso del año. Esto, en medio de un rally de mercados tanto emergentes como desarrollados.
Centro de atención
El protagonista indiscutido es Latam, que ostenta uno de los mejores retornos del año y disputa la mayor capitalización bursátil. A nivel de flujos, la ventaja se vuelve significativa, ya que en agosto hizo casi un tercio del monto transado total, y en 12 meses abarcó el 16% de las acciones nacionales.
La exclusión de Latam deja la cifra agregada en $ 31,7 billones como parte de una serie que, si bien igualmente muestra un repunte, está a medio camino de niveles históricos.
"Nunca es deseable que una sola acción represente tanto del monto transado, porque ante cualquier escenario que cambie el sentimiento sobre esa acción, los montos transados de la bolsa podrían variar considerablemente. Un ejemplo de esto fue lo que pasó hace algunos años con SQM, que con el cambio de sentimiento del litio, los montos transados de la bolsa chilena bajaron considerablemente", dijo a DF el head de Equities Chile en Vinci Compass, Nicolás Donoso.
Similar postura manifestó el analista de inversiones de Vantrust Capital, Fernando Santibáñez. "No es deseable que una acción concentre tanto monto transado ya que resta profundidad a otras acciones de la plaza", sostuvo, pero reconoció que de todas formas "sirve como un foco de atención para que los inversionistas extranjeros miren más de cerca el mercado chileno".
Las cifras muestran que los flujos de Latam nunca habían tenido una influencia tan relevante dentro de la bolsa. Lo más que llegó a abarcar anteriormente fue 14,1% en los 12 meses a julio de 2012, como parte de un auge y caída durante la primera mitad de esa década.
"Que una acción concentre un monto transado significativo no es en sí mismo un problema; al contrario, es positivo que existan papeles con alta liquidez. Lo que refleja la situación actual es una carencia de emisores líquidos en el mercado local: al haber pocos, los montos transados tienden a concentrarse en un solo papel", diagnosticó el gerente de Renta Variable de LarrainVial Corredora de Bolsa, Andrés Urzúa.
"Si existiera un mayor número de acciones con liquidez relevante, los volúmenes estarían más diversificados y se generaría un círculo virtuoso: mayor dinamismo en el mercado, más participación de inversionistas, incentivo para que ingresen nuevos emisores y, en definitiva, un ecosistema bursátil más equilibrado y sostenible", sostuvo.
Situación real
Luego viene el análisis del monto transado ajustado por inflación, en base a la UF promedio de cada mes. El flujo de los 12 meses hasta agosto fue de UF 977 millones, lejos de los UF 1.245 de principios de 2022, y todavía más distante de los UF 1.446 millones de mediados de 2011. Fue también en esos "años dorados" cuando el IPSA en dólares registró unos máximos aún invictos al día de hoy.
El portfolio manager de Acciones Chilenas en Zurich AGF, José Agustín Cristi, apuntó a una serie de factores. "Primero, están los retiros de fondos de pensiones. Claramente hay una baja en lo que estos tienen como activos bajo administración en acciones nacionales, ya que dentro de las inversiones que tuvieron que liquidar estaba renta variable local", explicó.
"Otro factor es que, si bien llevamos tres años rentando positivo, desde 2018 hasta 2021 la rentabilidad de la bolsa no se ve tan alentadora, y esto hace que al final se hagan menos aportes. Por otro lado, la bolsa estadounidense ha tenido un repunte importante, y los inversionistas chilenos está yendo más hacia EEUU, especialmente los altos patrimonios, algo que también viene desde el estallido social", complementó.
Según Urzúa, "uno de los más relevantes fue la introducción del impuesto a las ganancias de capital, que redujo significativamente la participación del inversionista retail, históricamente un actor importante en la rotación de acciones locales". A esto suma "la contracción y, en algunos casos, desaparición de fondos especializados en small caps, lo que disminuyó la demanda por papeles menos líquidos y afectó el dinamismo general del mercado".
Desde Vinci Compass, Donoso señaló que hubo una importante disminución en la ponderación de Chile en índices globales de renta variable de mercados emergentes. Esto, mientras discusiones sobre cambio de Constitución, reforma tributaria, de pensiones y royalty a la minería mantenían a varios inversionistas alejados de la bolsa.
Pero destacó el potencial de la recupación en curso, ya que "hoy vemos un escenario donde la percepción de riesgo en Chile mejoró", y que "por otro lado, hay ciertos temas más estructurales que podrían ayudar a esta recuperación, que es volver a ver un mercado más activo en OPI (oferta pública inicial) de lo que hemos visto en los últimos años, y una vuelta de apetito de crecimiento de las compañías chilenas, que genere interés por ir en búsqueda de capital al mercado".