Por Gonzalo Cerda Milla
Si bien hay un reconocimiento a la labor del gobierno en la mantención de la estabilidad económica del país, Dante Contreras es crítico respecto de a quién se debe atribuir estos buenos resultados. Para el economista y director del Departamento de Economía de la Universidad de Chile el buen momento por el que atraviesa el país responde a una inercia que se produjo tras la gestión en Hacienda de Nicolás Eyzaguirre y Andrés Velasco. Además apunta a que más que seguir en esta senda de crecimiento económico, el país debe abordar la necesidad de reducir la desigualdad, las brechas sociales y educacionales que enfrenta Chile.
- ¿Cómo califica el año económico con los resultados en crecimiento, empleo e inflación?
- En términos de las tres variables que pregunta, ha sido un muy buen año para el país en general. Las cifras de crecimiento económico, dado el escenario internacional son muy positivas, el nivel de empleos con esta nueva métrica de medición de empleo da cuenta de que hay un crecimiento importante y una baja importante en desempleo, y además la inflación está controlada. Por lo tanto, estos tres factores ponen a la economía nacional en un muy buen pie. Creo que son indiscutibles las buenas cifras macroeconómicas, en particular en estas tres dimensiones.
- ¿Y cómo se refleja esto finalmente en el país, porque hay críticas respecto de los salarios y a la distribución de este crecimiento?
- Las quejas y las críticas no son contradictorias con lo que acabo de decir, es importante separar factores. Un par de advertencias previas. Primero me preguntó por el gobierno y yo le respondí por el país, y esto tiene que ver con algo que para mí es relevante, estas buenas cifras macro no se explican por este gobierno. En estricto rigor, el ministro Larraín debiera sacarse la foto y darle las gracias a (Andrés) Velasco o a (Nicolás) Eyzaguirre, o a quien él prefiera. En estricto rigor no han existido reformas ni el mundo laboral, ni en el modelo de crecimiento económico en este gobierno que expliquen estas buenas cifras, mucho de esto tiene que ver con la inercia. El ministro Larraín no se ha caracterizado por ser un reformador, para nada, él ha sido más bien un conductor de la economía. La foto de Larraín debiera ser entre los tres.
- ¿Qué pasa cuando el ministro Larraín critica la gestión de ministros anteriores, particularmente por el gasto público?
- Lo que hace es incorrecto. Lo peor que le podría pasar al país es que si llega un nuevo gobierno critique al ministro Larraín por las cifras de gobierno, de gasto. Honestamente el ministro Larraín tiene muy buenas cifras que mostrar, la pregunta es si son atribuibles a él y creo que no tiene elementos para atribuirse esos méritos, él tiene algunos factores, él ha conducido, pero no ha sido un ministro reformador. Esa es la primera dimensión y la segunda dimensión es que naturalmente esto no es suficiente, los niveles de desigualdad que existen en el país y los bajos niveles salariales que tiene el 90% de la población todavía son muy importantes. Cuando se saca al 10% más rico de Chile, este país es bastante pobre en promedio.
- ¿Cree que el gobierno está preocupado de reducir esas brechas?
- El gobierno no está preocupado de eso, ha estado preocupado del crecimiento y del empleo y tiene buenas cifras para mostrar.
- Y sobre el nivel de gasto público del gobierno y la sub ejecución que se ha visto estos años...
- Hay un proceso de aprendizaje que aún no está del todo maduro. Segundo, también este gobierno cree más en la iniciativa privada que pública, entonces cualquier espacio que ocupe el sector público le quita espacio al sector privado, por lo tanto, me parece que hay una decisión política de darle mayor rol al sector privado. Chile tiene desafíos muy importantes en desigualdad y educación y ahí no hay que disminuir gasto sino incrementarlo mucho más de lo propuesto por el gobierno. En estas dos materias se han quedado cortos el Ministerio de Planificación y el Ministerio de Educación. En un próximo gobierno, debieran venir con mucha más hambre de hacer reformas significativas.
- ¿Cómo evalúa la reforma tributaria del gobierno?
- Como insuficiente. Naturalmente que cualquier recurso que se agregue al sector es importante, también es importante el diseño de los programas en los cuales se va a ocupar ese dinero, que los diseños sean correctos y adecuados, pero son insuficientes para la magnitud del problema que tenemos. Cuando se ven los resultados de la PSU y está el termómetro y la foto, que da el Simce, la PSU o la prueba Pisa, cualquier test da la misma foto, existe un mundo completamente segregado en este país en materia educativa, en vivienda, en salud, entonces mientras no nos pongamos serios respecto de la relevancia de esos temas, vamos a seguir aprobando estos ajustes tributarios. Pero Chile no requiere eso, requiere algo mucho más significativo. La discusión tributaria tiene que estar muy ligada a la discusión de gasto y eso no ocurrió.
- ¿Fue apresurada esta reforma?
- Sí. Había una presión política, habían 500 mil jóvenes en la calle protestando y obviamente la presión fue muy fuerte. Preferiría hacer una reforma tributaria en serio, con proyectos, con ambición política en términos de educación y desigualdad, de tal forma de resolver esto de forma más permanente.
- ¿Fue insuficiente?
- Fue insuficiente porque en cualquier estimación que se hace, para un cambio en educación de envergadura cuesta por los menos US$ 5.000 millones y esta reforma o ajuste significa entre US$ 700 millones y US$ 1.000 millones, entonces no tiene la escala, que la gente que ha pensado el tema educación, sueña o imagina para un nuevo modelo educativo.
Encuesta Casen
- Hablando de pobreza y de la encuesta Casen, ¿cómo debe enfrentar el próximo gobierno esta situación?
- Primero, me parece que el manejo comunicacional del ministro Lavín y de (la subsecretaria) Soledad Arellano fue precario, lamentable. La comisión que recién armó el ministro Lavín va en la dirección correcta, pero creo que es incorrecto que esté Soledad Arellano liderando ese grupo. Hubiese sido mucho más independiente, más transversal, pero el espíritu del grupo es correcto. En un próximo período vamos a tener que avanzar hacia una batería de medidas de pobreza, la que existe actualizada con una mejor canasta, con precios de referencia regionales, con una medida más precisa de la línea de la pobreza actual. Hay que tener también medidas multidimensionales, quizás podríamos tener medidas de pobreza relativa. Lo segundo es la autonomía y la seriedad con la que se entregan los datos, el manejo de la cifra de pobreza que hizo el ministro (Felipe) Kast, por ejemplo en el primer período y después el ministro Lavín, creo que fue una muy mala noticia para el país. Lo que correspondía era mostrar cifras comparables en todo minuto y tener un mismo termómetro, eso no ocurrió y fue lamentable. Creo que un proyecto de autonomía del INE o de la institución que se haga cargo de estas mediciones es fundamental para retomar la credibilidad.
- ¿Cree que el gobierno quiso sacar ventaja política con esta cifra?
- Claro que trató de hacer eso y al final del día el más dañado fue el propio gobierno. La gente, hasta el hermano del presidente, José Piñera, ha hecho presentaciones donde ocupa el 15% en vez de la cifra oficial del gobierno, ese daño hay que evitarlo. Habrá que analizar con mayor atención el proyecto del INE autónomo, me hubiera gustado un mayor nivel de autonomía como el Banco Central, creo que aún le faltan algunos aprietes de tuerca para avanzar en esa dirección.
lucro: "he visto a beyer dubitativo"
- ¿Cuál es su análisis de lo que está pasando con la educación y del actuar del ministro Beyer?
educación y la verdad me cuesta evaluar su gestión. Partió muy fuerte, con mucha convicción, pero también me parece que ha ido perdiendo el rumbo.
- ¿En qué sentido?
- Cuando se para frente al movimiento estudiantil para abordar el tema de la gratuidad y llega con una propuesta, me parace que es una buena política. Lo que me ha preocupado en el último tiempo es que lo he visto dubitativo con el tema del lucro en la educación terciaria y creo que ahí le ha faltado afirmar el timón. El lucro está prohibido y ese debe ser su discurso. También me parece que se ha enfrascado en una lucha con el Consejo de Rectores que es inconducente. Es decir, ha puesto mucho énfasis en la discusión de la PSU, que es un buen instrumento y eso lo decía cuando era analista del CEP, pero él ya no es analista, ahora es un ministro. Entonces, más que decirme que el termómetro está malo, como ministro debiera decirme cómo arreglar el sistema educativo. Lo que me gustaría escuchar de él son las propuestas para mejorar la calidad educativa.
"no hemos tenido política indígena"
- ¿Cómo ve la situación en La Araucanía?, ¿como se pueden solucionar los problemas de esta región?
- Parte del problema es que nos han preguntado mucho a los economistas qué hacer. El problema con La Araucanía, que por mucho tiempo ha liderado los elevados índices de pobreza, pasa por temas económicos pero no solamente por eso. Le hemos querido dar un énfasis económico, vemos el problema de La Araucanía como un problema de políticas sociales, de pobreza, entonces como es un problema de pobreza se nos ocurren políticas asistencialistas como proyectos de empleo, Chile Solidario, proyectos de cómo atraer inversión para que haya crecimiento económico, pero la pregunta es si es solamente ese el problema y creo que no. Aquí han faltado otras voces, antropólogos, sociólogos, me parece que el problema de las minorías étnicas son más complejos que un problema netamente económico. Nosotros hemos tenido políticas sociales con el mundo indígena, pero no hemos tenido políticas indígenas para el mundo indígena. A mí juicio, hemos ido por mucho tiempo con el maletín de la economía a tratar de resolver esto, pero debemos ir con más de un maletín, con el de la antropología, debe haber gente que entienda mejor la problemática indígena. Con más de lo mismo no vamos a arreglar ese problema. Las medidas que se han implementado probablemente han ayudado, pero no han atacado el problema de fondo".