Por C. Bastías / p. ojeda
A medida que pasan los meses más inminente se hace la opción de que el Banco Central rebaje la Tasa de Política Monetaria. Hasta ahora lleva 18 meses en 5% y como señala el consejero del Banco Central, Joaquín Vial, el mayor obstáculo para recortarla es el dinamismo del consumo.
- ¿Cuáles son los factores que han hecho que aún no se produzca un ajuste en la TPM?
- Esta es una tasa que está en la parte baja de lo que uno consideraría un rango neutral, es una tasa que ha quedado alta respecto a las otras tasas a niveles internacionales, pero mirado desde el punto de vista del equilibrio interno no es una tasa que nos deje incómodos, menos aún cuando la economía venía creciendo relativamente rápido. Ahora, claramente en la medida que la economía se desacelere vemos espacio para reducir las diferencias con las tasas de otras partes del mundo, pero para eso es importante que ocurra una desaceleración de la demanda interna, ya que es muy importante que la cuenta corriente entre en una trayectoria de disminución.
- Es una reducción del consumo lo que falta para una baja de la tasa...
- En este momento la tarea pendiente es el consumo. La inversión está creciendo más que el consumo, pero viene de un ciclo donde aún crecía mucho más, está convergiendo hacia una tasa más normal. Las cifras muestran que la desaceleración continúa a un ritmo que todavía es compatible con nuestras proyecciones y el consumo es el que se está mostrando un poco más reticente a moderarse.
- ¿A qué se debe este cambio de sesgo de la reunión de Política Monetaria?
- Bueno, responde a lo mismo. Esta desaceleración nos deja bastante tranquilos y en la medida en que veamos que se consolida la desaceleración en el consumo, lo que aún no se ve claramente en los datos, vamos a estar dando una señal de que la tasa de interés debería bajar un poco.
- ¿Eso es lo que se ve a un par de meses?
- Nosotros no ponemos meses. Además esto tampoco nos compromete porque si los datos cambian y se mueven en otra dirección las decisiones pueden ser otras. Es importante tener claro que esta es una indicación de cómo estamos viendo la economía hoy, pero eso puede cambiar. Por eso no mencionamos meses específicos.
- ¿Cómo analiza el escenario interno de Chile?
- Lo vemos bien. La desaceleración hasta aquí es un proceso gradual, ordenado y, por lo tanto, yo diría bastante bien encaminado. Es por eso, entre otras cosas, que hemos mantenido la TPM en 5%, sin alterarla. En todo caso estamos atentos, ya que hay varias cosas que se tienen que resolver en paralelo. Nosotros quisiéramos una desaceleración de la demanda interna, porque partimos de una situación del déficit de cuenta corriente bastante elevado, estamos proyectando para este año un 4,7% y en lo que va corrido del año ya va acumulado un 4% del PIB y con una cifra que si uno la mira en precios de tendencia del cobre y del petróleo está por sobre el 5% del PIB.
- Veíamos crecimientos del Imacec de 6% y ahora vemos crecimientos del 3%, ¿vienen vacas flacas?
- Aquí a veces influyen las bases de comparación. Nosotros bajamos un poco nuestro pronóstico de crecimiento, pero está dentro de 4% o 5% y le damos más o menos probabilidades parejas de que estemos sobre o bajo esa media. Va a depender mucho de lo que pase en los próximos meses. Estamos conscientes que ha habido algunos temas puntuales en los datos del primer semestre, pero también creemos que podemos tener algún mes con crecimiento más alto. Lo que hemos visto acá son desviaciones típicas que se ven en una economía como la chilena donde hay fluctuaciones mes a mes, pero que marcan una tendencia de desaceleración.
- De todas maneras hay varios economistas que ven un 2013 más cerca del 4% que del 5%...
- Esas son interpretaciones más recientes, a la luz de las últimas cifras, pero yo diría que está dentro de lo normal.
Escenario electoral
- El ministro de Hacienda aseguró que el escenario eleccionario afectó inversión del país ¿concuerda?
- Es muy difícil identificar relaciones causales claras en los datos de corto plazo. En las decisiones de largo plazo influye mucho las cosas que haga el gobierno, pero aquí estamos en una etapa relativamente temprana, acaban de terminar las primarias, entonces cuesta pensar que a estas alturas de ciclo haya un impacto directo, aunque no significa que no pueda haber hacia el futuro.
- ¿Pero se puede decir que hay efectos por estas propuestas de los candidatos?
- No, las causas de la desaceleración son las que señalamos en el IPoM, son principalmente externas, mientras que las internas tienen que ver con la paralización de proyectos por cuestiones judiciales, está el tema de energía, en fin. Hay una serie de cosas que han estado influyendo, pero al final del día lo que quiero rescatar es que esta desaceleración era algo que estábamos esperando.
- ¿Cómo analiza las propuestas de reformas tributarias?
- A nosotros no nos corresponde pronunciarnos sobre esos temas. Nosotros tenemos que tomar la política fiscal como un dato y adaptar la política monetaria a esos datos. Además, uno tiene que actuar frente a los hechos, a un determinado presupuesto, frente a una reforma tributaria que se esté implementando. Pero hasta el momento, solo se ven ideas, propuestas.
- Pero con una recaudación adicional de 2 puntos del PIB, ¿se hace más dificil manejar la política monetaria?
- Yo creo que la política monetaria tiene la misma efectividad en uno u otro caso, pero obviamente va a depender no sólo de los impuestos sino que también de lo que se va a hacer con el gasto y eso habrá que verlo en su momento.
- Respecto al gasto, ¿cómo analiza su desempeño en los últimos años?
- Aquí lo más importante es el cumplimiento de la regla fiscal. El gasto se ha comportado de acuerdo a los compromisos que se tomaron a principios del gobierno, que es lo que establece la Ley de Responsabilidad Fiscal y cuando uno mira los datos de ejecución, este año van muy parecidos a los años anteriores. Es decir, no veo mayores sorpresas, al menos en el lado fiscal.
- Pero ha habido una subejecución en los últimos tres años...
- Los presupuestos nunca se han ejecutado por completo. Es cierto, se han concentrado a fines de año, pero en todos los gobiernos ha ocurrido lo mismo y tiene que ver con las dinámicas propias del presupuesto. Últimamente ha sido un poco más acentuado, pero tampoco es algo que obligue a pensar en un ajuste en la política monetaria.
Déficit estructural
- ¿Se pudo hacer un esfuerzo para llegar a balance estructural?
- Este es un tema súper complejo de juzgar. Mirado desde el punto de vista de la política monetaria siempre es deseable tener una política fiscal menos expansiva porque eso permite bajar tasas de interés con más holgura. Pero desde el punto de vista de la institucionalidad, el hecho de tener objetivos fiscales pre anunciados y ceñirse a esos objetivos tiene mucho valor. Este es uno de los dilemas de tener una meta como esta. La gran virtud de la meta es que nos aísla del ciclo y en la medida que se cumplan los objetivos eso está bien.
- ¿Pero no es un retroceso haber llegado a un déficit de 0,6% y plantear de nuevo el déficit de 1%?
- El compromiso que tenía el gobierno desde el comienzo era el -1%. Haber llegado a -0,6% el año pasado se explica por ingresos extraordinarios, asociados a la venta de los derechos de la División Andina de Codelco y a otros factores. Hay varios elementos que ayudaron a ir relativamente más rápido, pero esos son eventos puntuales y no se pueden trasladar al presupuesto del año siguiente.
- ¿El déficit de 1% es una carga para el próximo gobierno?
- Hay un proceso un poco complicado porque hay un gobierno con una meta este año, se hace un presupuesto para el próximo año, pero aún no se ha elegido el gobierno y no se han definido sus metas. El próximo gobierno va a tener que definir su marco de política fiscal, la situación macro global, la situación macro de Chile y compatibilizar eso con sus distintas tareas programáticas, pero esa es tarea del próximo gobierno.
Desaceleración en China
-¿Los datos del segundo trimestre de China confirman su desaceleración?
-Eso es bastante claro. Van dos trimestres con crecimientos menores al 8% y el propio ministro de Hacienda chino decía la semana pasada que esa economía podría crecer bajo 7,5% durante el segundo semestre. Mirando la reacción de los mercados internacionales, la sensación que uno ve es de alivio, porque fue un 7,5% y no fue menos, algo que siete años atrás hubiese sido un desastre. La duda es cuánto va a durar esto, cuán intenso va a ser y es muy difícil hacer pronósticos sobre ello. Actualmente, China quiere desplazar 250 millones de habitantes al mundo urbano y procesos tan grandes y difíciles como este, es muy raro que no se presenten dificultades.
- ¿Cómo afectará esto? Ya hay un precio del cobre que está sufriendo esa situación...
- Aquí todo va a depender de cómo se da la sincronización entre uno y otro. Si se comienza a recuperar la economía americana y el resto de los países emergentes se mantienen relativamente sólidos, ello ayudaría a compensar un menor dinamismo de China. Yo creo que no está todo dicho en esta materia. Pero claramente estamos entrando a un período en los cuales las tasas de crecimiento de dos dígitos de la economía china parecen haber quedado atrás. Este año, hasta aquí no se ve un crecimiento del consumo de cobre en ese país. Es muy probable que estemos entrando a un período de precios del cobre más bajos.