Estoy convencido que la Concertación no tiene la capacidad interna para ser una alternativa

Juan Pablo Castillo B.



Carlos Ominami, ex senador socialista por la V Cordillera, comenta que se encuentra en un período de reestructuración política con el objetivo de generar nuevas alternativas para la oposición chilena. Para el padre de Marco Enríquez-Ominami, la Concertación no tiene mayores posibilidades de ser una opción política en el futuro, por lo que llama a los progresistas a generar ideas que le den proyección política al esfuerzo de campaña que realizó su hijo en las pasadas presidenciales.

Ominami también insta a los chilenos a ser condescendientes con el gobierno del presidente Piñera por las características particulares del año 2010, no obstante cuestiona la forma en que La Moneda ha enfrentado los conflictos sociales que se han registrado.



- ¿En qué está hoy el ex senador Carlos Ominami?

- Estoy en plena reingeniería, trabajando mucho en impulsar la fundación Chile 21 y escribiendo un libro sobre lo que ocurrió en estos últimos 20 años.

- ¿Está trabajando o asesorando a ME-O en la legalización del PRO?

- Efectivamente he estado trabajando con Marco. Soy fundador del PRO y creo muy importante que surja una opción que permita darle una proyección política al tremendo esfuerzo de campaña que se hizo en 2009. Estoy convencido de que la Concertación no tiene las capacidades internas como para que surja una alternativa y que es esencial que el PRO, junto a otros progresistas, puedan hacer esa tarea.



- ¿Qué opina sobre el mal índice de aprobación a la Concertación que evidenciaron las últimas encuestas CEP y Adimark?

- Confirma todas mis aprensiones. La Concertación es una coalición que sobrevive en una estrategia de retaguardia y de oposición mediocre y que francamente no es alternativa para el país, y los chilenos se dan cuenta.

- ¿Cómo lo ha hecho la Concertación como oposición?

- Se trata de una oposición confusa que en algunos momentos parece obstructiva y en otros momentos colaboracionista. Es una oposición que adolece de dos problemas fundamentales: la gran mayoría de los chilenos no le cree y no encarna ningún tipo de proyecto hacia adelante.



- ¿Qué opina sobre los dichos del senador Frei y otros DC que acusan al senador Girardi de díscolo por una serie de acercamientos con usted y su hijo ME-O?

- Me llamaron la atención las declaraciones del senador Frei, tengo mucho respeto por él, pero creo que a estas alturas lo que se requiere en la Concertación no es la reiteración de los viejos lugares comunes, sino que una actitud mucho más audaz de búsqueda. Si a eso se le llama díscolos, bienvenido sea.



- ¿En sus encuentros con el senador Guido Girardi, qué temas discuten?

- El senador Girardi es presidente del Consejo Ampliado de la Fundación Chile 21. Valoro en él su fuerza y su capacidad para abrirse a otras problemáticas. Es un senador que tiene una preocupación, que comparto, por recomponer las relaciones con la base social y darle espacio a los nuevos temas como la ciencia, la biotecnología y los dilemas valóricos propios del siglo XXI.



- ¿Cómo evalúa el primer año de gobierno?

- Creo que hay que ser condescendiente con el gobierno del presidente Piñera por las características particulares del 2010. En todo caso, me llama mucho la atención la forma en cómo terminó el año el gobierno y cómo está empezando el 2011. La nueva forma de gobernar comienza a hacer agua por todos lados y creo que ahí se ha producido un deterioro severo a la figura presidencial, que tiene hoy niveles de rechazo insospechados hace algunos meses atrás. En particular, la forma como se están manejando ciertos conflictos, haciendo intervenir de manera tan directa a la iglesia, es el reconocimiento de una cierta incapacidad de gestión del gobierno y de una cierta miseria de la oposición.