Por Ángela Chávez M.
“Ganamos sin votar”, vociferó ayer en los pasillos del Congreso, el diputado DC, Gabriel Silber, aludiendo así a la decisión del gobierno de retirar de tramite el proyecto de ley que autoriza la venta directa de medicamentos en establecimientos comerciales fuera de las farmacias.
La medida, adoptada minutos antes que la iniciativa fuera votada en general, constituía la última carta que se jugaba el Ejecutivo -representado en la Sala por los ministros de la Segpres y de Economía, Cristian Larroulet y Pablo Longueira, respectivamente- para evitar un fracaso. Es que a esa altura, ambos secretarios estaban concientes que el proyecto sería rechazado por una ventajosa mayoría, incluso con votos de parlamentarios oficialistas, con lo que se arriesgaba a tener que esperar un año para insistir con la materia.
De hecho, en medio de la compleja discusión que se registró en la ocasión, La Moneda también apostó por pedir segunda discusión a través del diputado RN, José Manuel Edwards, lo que no prosperó dado que la Concertación no dio la unanimidad para ello. Con todo, la jugada adoptada por el Ejecutivo y que fue anunciada en la sala por el ministro Longueira -quien de paso anunció que con esta decisión se le daba tiempo a los parlamentarios para que presentasen las indicaciones que reclaman, dijo- generó las críticas de los representantes de la Concertación que acusaron al gobierno de recurrir a “triquiñuelas” para evitar que se sometiera a votación un proyecto tras ser clausurado el debate.
Cuesta arriba
A primera hora de la mañana y a minutos de iniciarse el debate -que además antecedió a la discusión de la reforma tributaria- en los pasillos de la Cámara personeros de gobierno reconocían que enfrentaban un camino cuesta arriba, pues no tenían los votos para aprobar el proyecto, pese a que durante la jornada previa asesores del ministerio de Economía habrían ratificado un escenario totalmente a favor de la iniciativa.
Es más, el mismo ministro Longueira confirmaba minutos después que “hay momentos en que los tenemos (los votos) y cuando los contamos hay menos de los que nos dicen que hay. Entonces cada vez hay menos votos”, dijo, recordando también que en no menos de cinco ocasiones anteriores el Ejecutivo se vio obligado a retirarle la urgencia al proyecto para evitar que se sometiera a votación y terminara rechazándose.
Con sus declaraciones el secretario de Estado también daba cuenta de las dudas que surgieron entre los personeros de gobierno respecto a la nula voluntad que habría mostrado el presidente de la Corporación, el RN Nicolás Monckeberg y uno de los detractores de la iniciativa, para sacar de la tabla la discusión del proyecto, quien también fue increpado por el titular de Economía. “Es al menos extraño. Aquí operaron los que se oponen al proyecto, porque se puso en la tabla a sabiendas que el gobierno no tendría los votos”, advertía un representante de palacio, admitiendo también la sorpresa de la asistencia de la diputada Karla Rubilar (RN), quien llegó hasta la sala para rechazar la propuesta acusando que se trataba de un mal proyecto que pone en riesgo la salud de los chilenos y abre las puertas para que aumente la automedicación.
Indicaciones
Al término de la sesión, el ministro Longueira -quien según sus cercanos era de la idea de avanzar con la votación para que quedara en evidencia quienes se oponían a una medida que a su juicio es demandada por la ciudadanía- confirmó que el gobierno volverá a presentar el proyecto que por lo demás, es uno de los compromisos asumidos por el presidente Piñera en su mensaje del 21 de mayo pasado.
Agregó que además se darían los plazos suficientes para que los parlamentarios formulen sus indicaciones, pese a que hubo plazo para ello pero “extrañamente” no se presentó ninguna moción. “Alegan que no tienen facultades y cuando las tienen no las ejercen”, dijo.
De igual forma, el ministro deslizó sus dudas respecto a la posición de rechazo de muchos parlamentarios señalando que “los argumentos que se han dado ya son folclóricos para ser honesto. Lo que tiene que explicar la oposición es por qué vota en contra de un proyecto que es muy importante, que genera competencia, más acceso y una disminución de sus costos”.
Por último aclaró que cuando se refirió al apoyo del Colegio Médico a la iniciativa, se refería a otro dirigente y no al actual presidente del gremio, Enrique Paris, cuyo rechazo también lamentó.