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REGÍSTRATE AQUÍPor: Alberto Naudon
Publicado: Martes 17 de junio de 2014 a las 05:00 hrs.
A pesar de los importantes cambios en las proyecciones para 2014 -el crecimiento se corrige 0,5 punto porcentual a la baja y la inflación a fin de año un 1 punto porcentual al alza- este nuevo IPoM no es muy distinto del de marzo. En efecto, el consejo del Banco Central sigue viendo una economía que recupera el dinamismo hacia fines de este año y una inflación que vuelve a situarse dentro del rango meta al cabo de unos pocos meses. En este contexto, las trayectorias de tasas de política usadas como input para las proyecciones del Central tampoco difieren significativamente.
Donde me parece que está la principal noticia es en el mayor énfasis que el informe pone en la evolución de la inflación, algo que el Banco Central viene haciendo desde hace ya algunos meses. ¿Tiene sentido este mayor énfasis en la inflación en un contexto donde las perspectivas de actividad se corrigen día a día a la baja? A mi juicio sí. En primer lugar, la principal tarea del BC es mantener la inflación baja y estable, por lo tanto, con la inflación en doce meses en 4,7% y existiendo un riesgo no menor de que el crecimiento de los precios no disminuya lo rápido que se quisiera, apuntar la artillería en esa dirección (no necesariamente disparar) es lo que corresponde. En segundo lugar, también hace sentido estratégicamente. Lo peor que le podría pasar al Central es querer darle un mayor impulso a la economía (escenario muy probable), pero que las expectativas de inflación hayan aumentado, dificultando tomar dicha medida (¿algo similar ocurrió a fines de 2008?).
Si las cosas se dan tal como el BC lo proyecta, gran parte del trabajo ya está hecho (probablemente un recorte adicional de aquí a fin de año), y podríamos esperar con tranquilidad que la economía converja a su equilibrio. Yo soy algo menos optimista: creo que la economía chilena está entrando en un período de menor crecimiento que durará un buen tiempo, en gran parte por el fin de lo que Andrés Velasco llamó el Nirvana de las Economías Emergentes (fin del alto precio de los commodities y de las bajas tasas de interés internacionales) y en parte porque internamente tenemos que resolver una serie de temas propios de una economía que quiere ser desarrollada (reforma tributaria, energética, educacional, entre otros temas). En este contexto, es probable que queramos darle un mayor impulso a la economía, aún cuando es muy probable que la depreciación del peso necesaria para encajar un menor crecimiento haga que la inflación se demore más en retornar a niveles de 3% de lo previsto en el IPoM.
Este escenario plantea interesantes desafíos comunicacionales al Banco Central que no han sido del todo abordados hasta ahora. Dentro de ellos explicar cuánta inflación es deseable/necesaria para llevar adelante el necesario ajuste de precios relativos y si es necesario reevaluar la tasa de crecimiento potencial de la economía y cuáles son sus efectos en la inflación a distintos plazos. Como ven, recién sale del horno un IPoM y ya estoy ansioso esperando el que viene.