Sistema de protección ante variaciones de precios de combustibles
(Sipco) es la nueva fórmula que el Gobierno diseñó para suavizar las
fluctuaciones de los precios de los combustibles.
Así lo anunció el ministro de Hacienda, Felipe Larraín quien enviará la próxima
semana al Congreso el proyecto de ley que reemplazaría al actual Fondo de
Estabilización del Precio del Petróleo (Fepp), que fue creado el año 2000 y que entró en funcionamiento el 1 de julio tras el término de Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepco).
El principal cambio con respecto al anterior sistema es que, como señala Larraín, "ya no será un fondo sino un sistema", que está basado en un impuesto específico variable, el que se encargará de estabilizar las variaciones . Con esto, el nuevo mecanismo ya
no habrá un costo fiscal, pues las fluctuaciones del precio del
petróleo moderarían sus variaciones.
En este sentido, Larraín recordó que durante la última década los fondos de
estabilización de los precios del petróleo y del combustible han costado al
Fisco unos US$ 2.344 millones, siendo US$ 1.910 millones del Fepco (2006-2009).
"Estamos convencidos de que (el Sipco) es muchísimo mejor a lo que teníamos
porque lo que teníamos ha sido carísimo para el Fisco", advirtió el jefe de las
Finanzas Públicas.
Otro de los alcances del proyecto es que se preservará el ancho de banda
de +/- 12,5% que volvió a regir con el Fepp. De esta forma, si los precios de los combustibles suben o bajan más de ese porcentaje sobre el precio promedio establecido, comenzará a aplicarse el impuesto específico variable.
Asimismo, Larraín aseguró que el proyecto tiene una segunda etapa que contempla
establecer un seguro de protección ante variaciones a los combustibles (Sepco) que
espera sea aprobado dentro de unos seis meses.
El ministro agregó que este seguro –el cual está en estudio- tiene como beneficio un mayor plazo de ajuste,
mayor equidad competitiva entre los combustibles, cero riesgo fiscal y cero discrecionalidad.