LyD insta a flexibilidad laboral para inmigrantes y renovación de visas según ingresos generados

Por Patricio Ojeda González



Por estos días, el centro de Santiago es el lugar más indicado para dimensionar la cantidad de ciudadanos extranjeros que han llegado al país en los últimos meses. Si antes esta tendencia era clara entre peruanos residentes en Chile -que tenían como ubicación predilecta las cercanías de la Plaza de Armas-, hoy la cantidad de bolivianos, ecuatorianos, colombianos e incluso dominicanos presentes en la capital y también en otras regiones se hace cada vez más evidente.

Basta observar la cantidad de locales y restaurantes de comidas típicas de los países vecinos que han proliferado en calles como San Antonio, Mac Iver y Miraflores, pleno centro de Santiago, para constatar esa realidad.

Los motivos que explican la oleada de inmigrantes al país son claros: la solidez económica e institucional de Chile en comparación a la de otros países de la región.

Pero esta llegada de extranjeros abre desafíos a nivel de legislación y obligaciones en cuanto a cautelar que los extranjeros que llegan al país gocen de oportunidades en materia de empleo para conseguir el bienestar que están persiguiendo al abandonar sus países de origen.

En ese escenario, los investigadores de Libertad y Desarrollo (LyD), Álvaro Bellolio, María Elena Franco y Jorge Ramírez, realizaron un diagnóstico respecto a la situación migratoria en Chile y entregaron lineamientos para actualizar la legislación existente.

Por ello, plantean que dadas las características de Chile y su necesidad en industrias como agricultura, minería, construcción y servicios, hay que adoptar un enfoque con un criterio de fronteras abiertas, aunque con elementos que contemplen la selectividad de inmigrantes, que es la propuesta más exitosa a nivel internacional.




Visas y contratos


Al respecto, el documento de siete páginas titulado “Migraciones en Chile: Diagnóstico y lineamientos de propuesta” plantea que para facilitar el fomento de la economía y convertir a Chile en una verdadera oportunidad para los migrantes se podría considerar una mayor variedad de visas de trabajo, además de contratos laborales flexibles. “En general la experiencia de propuestas que buscan mayor flexibilidad laboral no han tenido buena acogida dentro de los sindicatos y la CUT, pero es la tendencia que se ha ido generando a nivel mundial en los países desarrollados. Dentro de las medidas para el impulso competitivo existe un proyecto de ley que contempla mayor flexibilidad laboral para los trabajadores del sector agrario, y extenderlo para los inmigrantes, especialmente los no calificados que muchas veces caen en el trabajo informal, puede resultar interesante”, destaca Bellolio.




Renovación en base a ingresos


Para la renovación de visas, la propuesta que realiza LyD es similar a la utilizada en Canadá, o sea, que la renovación de la visa se supedite a cierto ingreso autónomo generado por ellos, considerando, eso sí, un período razonable de tiempo bajo el criterio de adaptación. Esto “para que el inmigrante busque trabajo, o dado que usualmente logran trabajos más esporádicos si no es calificado, se pueda considerar la suma de los meses o un cúmulo de temporadas, para de esta manera de generar cierta estabilidad antes de ser evaluados con este criterio”, señala el documento.

Bellolio agrega que la necesidad de establecer cambios a la política migratoria “pasa principalmente porque la legislación es bastante antigua (1975) y las visas que entrega el Estado son insuficientes en el contexto actual, es necesario generar más oportunidades, condiciones y opciones de visas para adaptarse a la situación mundial, y de paso entregar herramientas para que se fomente el emprendimiento, negocios, cultura y otros, a través de visas para expositores, artistas, empresarios, y tener la suficiente flexibilidad para no perder la oportunidad de generar mayor desarrollo económico, social y cultural por barreras burocráticas de la actual legislación migratoria.