Pese a la incertidumbre que persiste a nivel global, América Latina sigue “bastante bien” posicionada. Esa es la sensación con la que quedó el economista jefe para Latam de Itaú, Andrés Pérez, tras su paso por las reuniones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial de la semana pasada en Washington.
“La región seguirá siendo beneficiada de términos de intercambio bastante favorables, condiciones financieras menos restrictivas de la que se preveían -ahora que ya incluso la Fed tiene más claridad sobre su ciclo de baja de tasa- y también se perciben más flujos de capitales hacia economías emergentes”, explicó.
De su paso por la cita financiera en Estados Unidos, rescata que una de las inquietudes que ha surgido es qué esperar del dólar, considerando que lo probable es que se siga viendo un debilitamiento de la divisa global, pero no tan acentuado como se esperaba en abril, fecha de la reunión previa.
“Seguimos teniendo la visión de que la inflación convergerá al 3% hacia fines del segundo trimestre del próximo año”.
- ¿Qué preocupaciones percibió sobre Chile entre los economistas internacionales?
- Se enmarcan principalmente en dos inquietudes. Una es cuáles son los factores que han evitado una apreciación mayor del peso, considerando que hay un consenso amplio en que el tipo de cambio debería estar bastante más apreciado en relación al dólar. La segunda, se relaciona con si Chile volverá a crecer a las tasas vistas en ciclos previos de términos de intercambio muy favorables. Si podemos transitar en el corto plazo de ser una economía que crece en torno al 2% a una lo hace sosteniblemente por encima de 3%.
Esas son principalmente las dos preguntas. Pero allí caben varias reflexiones: una, es bien notable como la discusión en torno a los temas del país son de otro nivel de intensidad y preocupación. O sea, estas preguntas se plantean en un ámbito más bien positivo. Y, lo otro, es que Chile sigue destacando con respecto a sus pares en la región.
- En cuanto al tipo de cambio y su falta de apreciación, ¿cuál es la reflexión?
- Por un lado, deben ser algunos factores de posicionamientos en torno al bajo carry que ofrece nuestra moneda relativa a otras (…) Ahora, esas suelen ser posiciones tácticas y eventualmente se dejan. Entonces, ahí se da el espacio para una apreciación bastante rápida. Y la otra pregunta es ‘bueno, ¿qué es lo que podría gatillar aquello?’. Es razonable pensar que en la medida en que se despejen focos de incertidumbre relacionados al escenario electoral, ello puede derivar en un escenario en donde el tipo de cambio se aprecie más rápido.
-El FMI mejoró la perspectiva para Chile este año a 2,5%, pero bajó a 2% para 2026. ¿Son números que comparte?
- Para este año tenemos una proyección de crecimiento de 2,5% hace bastante tiempo. Y para el próximo año estamos proyectando una moderada desaceleración de la actividad económica hacia 2,2%, pero que se podría revisar al alza dependiendo de la dinámica de la inversión en los próximos meses, que nos ha seguido sorprendiendo al alza.
Una pregunta que nos suelen hacer es por qué uno podría ver una moderación o una desaceleración si es que eventualmente habrá un giro hacia políticas de más crecimiento el próximo año. La verdad es que estamos esperando que haya un impulso externo algo menos favorable el próximo año. Entonces, eso afecta el impulso de crecimiento de corto plazo en la economía.
- ¿Cómo ven el escenario inflacionario para el resto del año?
-Tenemos una proyección de inflación hacia fines de año del 3,9%, para 2026 tenemos en 3%. Por un lado es bastante serio lo que ocurrió con el precio de electricidad, justamente porque se supone que es un precio regulado. Ahora, previo al sinceramiento de este error metodológico, nosotros teníamos una proyección de que el precio de electricidad en enero iba a subir 2% y con la información que conocemos la fecha, tenemos una proyección de que va a caer 2% mensual. Con esto, nuestra proyección para inflación del mes de enero, que antes era 0,5% mensual, se modera a 0,4% mensual.
- El error de cálculo en las cuentas de la luz podría afectar la meta de inflación.
- En el encuadre macro general no cambia la visión de la convergencia de inflación en el horizonte de política monetaria. O sea, nosotros seguimos teniendo la visión de que la inflación convergerá al 3% hacia fines del segundo trimestre del próximo año más allá de este ajuste. Ahora, el IPC juega un rol bien importante en nuestra economía, entonces es relevante que se eviten estos tipos de sorpresas.
- La próxima semana es la reunión monetaria del Banco Central, ¿cuáles son sus proyecciones de movimientos para este año?
- El Banco Central ha reducido la tasa de política de manera oportuna y adecuada a lo largo de este ciclo. Ya nos encontramos cerca del final del ciclo de bajas, no pensamos que haya grandes novedades en la reunión de octubre: una mantención y que se prepare el camino para una baja en la RPM de diciembre.
Tensión EEUU-China
- Las reuniones del FMI coincidieron con las nuevas tensiones comerciales entre EEUU y China, ¿fue un factor en el debate en Washington?
- Hay un cierto consenso en que el nivel de tensión puede tener vaivenes, pero tenemos que acostumbrarnos a esta creciente tensión comercial entre ambas economías. Ahora, también hay un cierto reconocimiento de que China está bastante más preparada para enfrentar un escenario de una renovada guerra comercial, así como se ha ido dando en estas negociaciones.
Es curioso, llama mucho la atención también que a pesar de todo estos riesgos que se relacionan con la renovada guerra comercial, las perspectivas económicas siguen siendo bastante razonables y vemos que hay otros fenómenos que están impulsando a que las bolsas sigan teniendo bastante buen rendimiento.
- ¿Cuáles son estos fenómenos?
- Hay mucha expectativa en torno a este ciclo de inversión en inteligencia artificial, de que esto vaya a efectivamente derivar en un boom de productividad. Hay cierta advertencia de algunos de que seguramente vamos a ver algunos choques de productividad positivos, pero quizás las valorizaciones están algo infladas.
Y también hay otros factores: el devenir de ciertas economías tales como en la Eurozona o en Estados Unidos también va a descansar sobre mayores expectativas de mayor gasto fiscal principalmente en fortalecimiento de seguridad. No necesariamente armamento, pero eso sí de alguna manera impulsa la actividad económica.