¿Puede el mercado dar retornos atractivos hasta 2035 desde las valoraciones actuales?
Según el último informe de Deutsche Bank sobre rentabilidades del mercado durante los últimos 150 años, cuando la Bolsa ha estado en niveles de valoración parecidos a los actuales, las ganancias para el inversionistas en los diez años siguientes han sido paupérrimas o negativas.
Por ejemplo, tras el peak de la burbuja tecnológica del año 2000, el retorno real del S&P 500 fue del -29% en la década posterior. Tras los máximos de 1929 y 1964, también hubo diez años de desierto.
Pero esta vez puede ser diferente, según Goldman Sachs. Además de no saber si el parqué ha tocado ya techo, la entidad de Wall Street espera que el crecimiento de los beneficios empresariales permita generar buenos retornos de aquí a 2035, sin necesidad de elevar más los múltiplos de valoración.
Gracias a ello, en su previsión de Bolsa para la próxima década, Goldman anticipa un retorno anual medio a nivel global del 7,7% (medido en dólares). Está por debajo de la media histórica del 9,3%, pero es atractivo para el inversionista que duda si es momento de vender.
"Aunque los múltiplos elevados son habitualmente una señal de retornos futuros más bajos, creemos que las valoraciones actuales pueden ser justificadas en parte por márgenes estructuralmente más altos y una mayor rentabilidad del capital" , explica el informe para justificar que el mercado no regrese a su media histórica.
De las regiones analizadas, el retorno bursátil más bajo se produciría en Estados Unidos (6,5% anual), donde las valoraciones actuales son más elevadas, mientras que en Europa alcanzaría el 7,1%. Dentro del viejo continente, la mitad de estas ganancias llegarían por la vía de los dividendos y las recompras de acciones (3% por dividendos y 0,5% por recompras).
Goldman afirma que sus expectativas apenas tienen en cuenta las posibles mejoras de productividad por la inteligencia artificial (IA). En un escenario optimista (más integración europea, más eficiencia y energía barata), la Bolsa del viejo continente daría al inversor una rentabilidad anual del 10,1%, calcula.
Volviendo a Deutsche Bank, sus analistas señalan que -pese a la historia- "si uno cree que estamos entrando en un cambio de paradigma, más allá de cualquier cosa vista en los últimos 150 años, entonces la perspectiva de los retornos a largo plazo pueden ser constructivos".
En todo caso, volver a generar ganancias sería un retorno sin precedentes partiendo de los máximos actuales. 