La Reunión de Política Monetaria (RPM) de octubre -donde el Consejo del Banco Central optó por mantener la tasa en 4,75%- estuvo marcada por las cuentas de la luz.
El instituto emisor había señalado previo a la cita que en esa instancia se discutiría el impacto en la inflación del sobrecosto en las tarifas eléctricas que se había detectado, pero finalmente el comunicado no incluyó el tema.
Pero la minuta de la RPM, publicada este jueves, sí se refiere al posible impacto.
“La evaluación del cambio de las tarifas eléctricas en la inflación de 2026 debería hacerse una vez que las autoridades correspondientes informaran de forma definitiva los movimientos tarifarios que se implementarían y el INE indicara cómo se imputarían en el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC)”, se lee en el documento.
“De todos modos, sus efectos deberían ser acotados y transitorios, coherentes con los que se observaba en las expectativas de mercado y los precios financieros, que no le estaban asignando mayor relevancia para efectos de la convergencia inflacionaria”, señalaron desde el ente autónomo.
Respecto a otros factores y su implicancia en la inflación, la minuta dice que en la reunión se mencionó que “si bien los indicadores adelantados mostraban algo más de dinamismo en el gasto, esto se explicaba en parte importante por el desempeño de la inversión en maquinaria y equipos, con un componente importado relevante, por lo que tenía menores implicancias inflacionarias que otros elementos del gasto, como el consumo”.
“Respecto de los costos, se resaltó que el tipo de cambio se había apreciado, lo que reforzaba la expectativa de menores presiones por el lado de los transables en el corto plazo, a lo que se agregaba la moderación de los salarios y el menor precio del petróleo”, destacaron también en la reunión.
“La mediana de la inflación esperada a dos años en la EOF era marginalmente mayor que 3%, fenómeno que se debía seguir monitoreando”, advirtieron también los consejeros.
La discusión
La minuta reveló, a su vez, que todos los Consejeros coincidieron en que la única opción plausible para dicha reunión era mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 4,75%.
“Hubo acuerdo entre los consejeros en que, si bien el escenario había evolucionado en línea con lo esperado en el IPoM de septiembre, aún existían riesgos para la trayectoria de la inflación futura, lo que ameritaba acumular más información antes de continuar el proceso de convergencia de la TPM a su rango de valores neutrales”, se lee en el documento.
Y, en esa línea, “se destacó que, para la siguiente reunión, se dispondría de nueva información, como las Cuentas Nacionales y un par de registros de inflación adicionales, y se tendría una reevaluación de las proyecciones de inflación de mediano plazo”.
“Un consejero mencionó que, si bien los datos confirmaban la validez del escenario central del IPoM de septiembre, se debía evaluar cuidadosamente los próximos pasos”, mencionaron desde la entidad.
En tanto, otro consejero indicó que “varios antecedentes apuntaban a una reducción de los riesgos para la inflación, por lo que podría haberse discutido la opción de bajar 25pb, aun cuando la habría descartado”.
“Un consejero concordó en que, si bien la opción de mantener era claramente dominante en esta ocasión, también era claro que en la medida que los datos siguieran validando el escenario central del IPoM, se debía continuar reduciendo la tasa hacia un valor compatible con la mitad superior del rango de valores para la TPM neutral”, sumó el instituto emisor.