Ingresos estructurales y gasto público se habrían sobreestimado en 0,5% por año desde 2001

Su debut en sociedad tuvo hoy el nuevo Consejo Fiscal Autónomo (CFA), instancia creada por ley que tendrá mayores atribuciones que su antecesor Consejo Fiscal Asesor para opinar respecto a la metodología de cálculo del balance estructural.

El CFA expuso por primera vez ante la comisión mixta de Presupuestos, a tres meses de iniciar sus funciones.

A la cita llegaron los integrantes del consejo, presidido por Jorge Desormeaux, con Jorge Rodríguez Cabello como vicepresidente y Paula Benavides, Gonzalo Sanhueza y Aldo Lema como consejeros.

En la oportunidad, Desormeaux dio cuenta de las actividades que ha realizado el consejo desde junio, adelantando los ejes de su gestión y los estudios que encargará para proponer mejoras al cálculo del balance estructural.

En este tópico, la entidad tocó un punto clave: según un avance del estudio sobre "correcciones metodológicas" que está elaborando la entidad, desde 2001 -año en que comienza a aplicarse la regla fiscal en el país- hasta 2017, los ingresos estructurales del Fisco y el gasto público se habrían sobreestimado en alrededor de 0,5 puntos del PIB por año, acumulando una mayor deuda pública de 8 puntos del Producto a 2017. Esto, en base a cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según explicó Desormeaux, aquello se produce porque el Producto tendencial -que define un comité de expertos y que es uno de los supuestos para establecer el nivel de expansividad del gasto fiscal en el largo plazo- ha estado "persistentemente" por encima del crecimiento efectivo de la economía en el período, "lo que significa una brecha del Producto con sesgo negativo". O sea, que hay una distancia entre el crecimiento máximo al que puede aspirar el PIB sin generar presiones inflacionarias, y el avance efectivo que ha exhibido la economía.

"Pero no nos confundamos: la política fiscal ha sido bien manejada, pero la metodología puede ser mejorada y queremos ser un aporte a ello", aseguró Desormeaux.

También, el CFA advirtió de un alta sensibilidad al ciclo económico del cálculo tanto del PIB potencial como del precio del cobre de largo plazo, el otro insumo clave para determinar la capacidad de gasto público hacia adelante.

Por ello, el consejo propuso una serie de "correcciones metodológicas", como por ejemplo incorporar un "ancla" para la política fiscal, que podría ser el nivel de deuda bruta, y fijar de manera explícita una "cláusula de escape" a los compromisos de balance estructural en caso de un evento transitorio, como una crisis internacional. Eso sí, con el compromiso de retornar a la senda preestablecida.