Esta vez no hubo sorpresa. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) cumplió con las expectativas tanto de Bloomberg como de otras encuestas de analistas y subió un 0,4% mensual en septiembre. Destacaron las alzas en las divisiones de alimentos y bebidas no alcohólicas (0,8%), así como la de recreación, deportes y cultura (1,3%), y la disminución de la división de información y comunicación (-0,2%), dijo el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Dado este resultado, la inflación anual se aceleró desde un 4% a un 4,4% debido al componente volátil relacionado con alimentos y energía y ante el incremento de apenas 0,1% registrado en septiembre del año pasado, que fue “anormalmente bajo” e implicó una base de comparación muy baja, planteó el estratega macro Latam de LarrainVial Asset Management, Sergio Godoy.
“El aumento fue influido principalmente por incrementos en los precios de los alimentos, algo característico de septiembre”, explicó la economista jefa de Fintual, Priscila Robledo.
De hecho, esta división explicó más del 40% del incremento mensual del índice general.
Asimismo, el componente de recreación, deportes y cultura también se vio influido por el efecto estacional de las Fiestas Patrias, convirtiéndose en el segundo mayor contribuyente al registro mensual, con una incidencia cercana al 13% del total, dijo el economista y estratega de inversiones para Latam de Zurich AGF, Gustavo Yana.
Pese a que el dato estuvo en línea con las perspectivas del mercado, en Coopeuch notaron un aspecto “no tan positivo”: los índices de difusión inflacionaria, que es el porcentaje de productos que suben de precios, estuvieron sobre percentiles altos de distribuciones históricas para un noveno mes.
“Si bien estos índices han presentado una elevada y anómala volatilidad los últimos meses, con bajos registros en junio y agosto pero altos en julio y septiembre, el registro de hoy no debería ser ignorado, en particular debido al actual escenario de shocks de costos que enfrentan las empresas (laborales más tipo de cambio), lo que podría tener implicancias en la persistencia inflacionaria”, postularon en un informe.
Yana también resaltó que la inflación subyacente subió 0,4% mensual, por encima del 0,3% esperado, “lo que sugiere que el proceso de desinflación estructural sigue siendo más desafiante”. Así, se estaría “validando en mayor medida el escenario del último Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central”, complementó el economista jefe de BICE Inversiones, Marco Correa.
La inflación anual sin volátiles se mantuvo en 3,9%.
¿Y el cierre de año?
Tras el dato de septiembre, las expectativas inflacionarias del mercado para fin de año se mantuvieron cerca de 4%.
En LarrainVial y Zurich AGF esperan que la inflación cierre este ejercicio en 3,8%, mientras que JP Morgan elevó su proyección desde un 3,7% a un 3,9%.
BICE Inversiones y Coopeuch se inclinaron por el 4%.
¿Y la meta? LarrainVial estimó porque se alcanzará en febrero o marzo de 2026. “Considerando que ya se disipan los efectos del ajuste tarifario, veríamos la inflación en torno a 3% durante el primer trimestre del 2026, aunque se daría cierta alza hacia mediados de año”, dijo, por su parte, Correa.
De hecho, JP Morgan espera que la inflación cierre el próximo ejercicio en 3,6%.
El Banco Central delineó en su último IPoM que se alcanzará en el tercer cuarto del próximo año.