Se lee cierta inquietud en las palabras de Ricardo Mewes. El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) no está nada tranquilo con las últimas cifras de ventas en la Región Metropolitana publicadas por el gremio: una caída de 3,1% en julio, la más baja desde abril de 2009.
El tema de cómo revertir la
desaceleración del consumo está dentro de las prioridades de la agenda de la CNC y será punto central en la reunión que hoy sostendrán las ramas de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC, de la cual es parte la CNC) con el Ministerio de Hacienda (ver nota relacionada).
Mewes espera que el Ejecutivo dé señales “más concretas” para impulsar las expectativas del sector privado, en un contexto en que la economía continúa desacelerándose. Así, en la CNC ajustaron a la baja sus estimaciones de PIB y ventas del sector este año, a entre 0,8%-1%, y 3%, respectivamente, ambas cifras las más bajas en cinco años. Los datos se corrigieron desde una estimación de 3,5% y 4%, respectivamente.
- ¿Esperaban un freno tan brusco del consumo?
- Nos preocupa esta baja de julio. Venimos desde fines del último trimestre del año pasado en un proceso de desaceleración, pero que hoy se empieza a acentuar. Nos preocupa qué va a pasar de aquí a final de año. Sin tener cifras a la mano, aparentemente agosto no sería un buen mes a pesar del efecto del Día del Niño. Para Navidad la tendencia es que repunte el consumo.
- En el mercado se debate si la desaceleración del consumo tocó fondo.
- Esto es consecuencia de varias cosas. Esto también se relaciona con un contexto internacional donde Europa ha tendido a estancarse y en EEUU el repunte no ha sido tan importante. Si a eso se le suman los factores internos, con la reforma tributaria por un lado y la laboral, por otro, y el fortalecimiento del Sernac, el escenario se complica, ya que hay una serie de factores que influyen en cómo el mercado se empieza a adaptar a todas estas regulaciones, que de alguna u otra manera empiezan a asfixiar a quienes tienen la responsabilidad de generar inversiones, desarrollo y crecimiento, que ha sido la tónica del sector comercio.
- ¿Por qué sienten que esas regulaciones los asfixian?
- Porque hay muchas regulaciones que asfixian, entendiendo que hay muchas cosas qué mejorar: que la relación de los consumidores con los proveedores tiene que mejorar, por ejemplo, pero en épocas de bajo movimiento, la tendencia debiera ser a generar más opciones de desarrollo, que ir restringiéndolas como está pasando hoy.
- Entonces, ¿no ha tocado fondo el consumo?
- Esperamos que no haya cifras rojas en la actividad hacia adelante.
- ¿Pero se podrían ver meses puntuales con caídas, como en julio?
- Es probable que sí. Pero en el margen hay que analizar las cifras en el año, porque claramente hay meses que tienen un comportamiento distinto.
- ¿Cómo ve la situación del empleo en el comercio? Junto a construcción, ha sido el rubro más golpeado en el año.
- Por ahora, no esperamos dobles dígitos en desempleo en el sector, pero todo depende de las expectativas y cómo se vayan dando los meses que restan.
El Ejecutivo y el cambio en las expectativas
- El Ejecutivo ha hecho reiterados llamados a cambiar las expectativas.
- En ese sentido, es importante el planteamiento que hace el ministro de Economía en términos de la agenda de crecimiento, que es urgente llevarla a cabo. También creo que es importante que sea real esta alianza público-privada que planteó el ministro de Hacienda, pero que sea real. Porque participamos en diversas mesas de trabajo y hay algunas en que las opiniones del sector no están siendo recogidas para el debate final. Ahí, es importante no sólo generar esta alianza de trabajo en conjunto, sino que las posiciones queden después para la discusión. Los anuncios deben plasmarse en hechos concretos.
- ¿De qué manera el sector público debiera ir más allá en su relación con el mundo privado?
- Hay que dar señales claras. Por ejemplo, en temas como el proyecto de ley de polifuncionalidad, que claramente atenta contra la productividad en el comercio. En ese punto, claramente la iniciativa tiene que ser del gobierno y ellos tienen que alinear a sus parlamentarios en ese sentido.
- O sea, el gobierno debiera aterrizar un poco sus reformas.
- Claro, yo he planteado que en términos de reforma laboral, dado el escenario económico, no parece conveniente desarrollarla -a lo menos- hasta que el escenario se estabilice y las condiciones vuelvan a ser positivas. Porque es distinto hablar de una reforma laboral con pleno empleo, a hacerlo en una situación de bajo desarrollo económico. Cuando tenemos incertidumbres, lo primero que puede pasar es que la gente siga sin invertir y postergando los cambios para alcanzar el desarrollo.
- ¿Cómo ha visto la disposición del gobierno a matizar sus reformas?
- La verdad es que estamos detrás de que la ministra del Trabajo nos pueda recibir para darle a conocer nuestras inquietudes. Es parte de lo que seguiremos insistiendo para poder entregarle nuestra posición y el por qué.
- ¿Cuáles son los puntos que más les preocupan en la reforma laboral?
- El reemplazo en huelga es un tema fundamental. Creemos que tiene que haber un justo equilibrio entre las fuerzas, para que los trabajadores puedan hacer valer sus derechos, pero también no es posible que las empresas se queden sin la posibilidad de seguir operando. La ministra planteó la posibilidad de establecer turnos éticos, sin embargo en la práctica en los paros portuarios, por ejemplo, eran empresas consideradas estratégicas que no podían pararse pero de todas maneras lo hicieron. Por lo tanto, claramente la presión puede ser insostenible para el grueso de las empresas. Eso nos preocupa, porque evidentemente atenta contra la libertad de emprendimiento porque se actúa bajo coerción.
- ¿Qué otro tema le merece atención?
- El tema de la polifuncionalidad que ya mencioné y el tema de la titularidad sindical. En ese punto, nos preocupa que se afecte la libertad del empleador de negociar con distintos grupos de trabajadores. Es un tema que nos preocupa mucho.
- Aparte de acelerar las agendas de crecimiento y energía, ¿qué otras medidas debiera tomar el gobierno para
levantar las expectativas?
- Esos dos puntos son suficientes en la medida que se incorporen señales claras en otros puntos, como la rapidez con que se desarrollen los proyectos energéticos y el rol articulador del Estado desde el punto de vista de las inversiones y el impacto ambiental, para evitarse que todo el proceso termine judicializándose.
- ¿Debiera haber un cambio también por el lado de la reforma al Sernac?
- Sí, y no sólo por la situación actual del comercio, sino por dos hechos relevantes: el primero, es que es indispensable que se mantenga el estado de derecho y que dentro de las facultades que se le da al Sernac, se elimine la posibilidad de incautar y allanar bienes sin tener una orden judicial. En Chile estamos acostumbrados a que el Estado de derecho funcione bien. Y segundo, hemos planteado que el Sernac debe ser un ente colegiado, autónomo, no ligado al gobierno de turno, porque la idea es que sea un ente que estructure un Servicio a largo plazo que actúe en forma equilibrada, sin ser juez y parte como establece el proyecto actual.
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