Chile está ad portas de la celebración de sus Fiestas Patrias, lo que conlleva para los hogares un alza transitoria de gastos asociados a entretenimiento, viajes y comida.
Para el año 2025, se estima que el valor promedio de dicha canasta alcance los $ 96.058, es decir, $ 2.473 más costosa que en 2024, según un informe elaborado por el Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP).
Mientras en agosto de 2024 la inflación anual fue de 4,7%, y el valor de la canasta registró un alza anual de 6,1%, en el presente año la inflación en el octavo mes del año alcanzó un 4%, mientras que la canasta dieciochera aumentó un 2,6% en términos interanuales.
Es decir, para este año en términos relativos frente al año previo, la canasta presenta un alza más acotada.
Aún así, este ajuste con respecto al 2024 da cuenta de que el proceso de convergencia inflacionaria que está viviendo el país se ha moderado durante el 2025 e incluso ha complejizado su convergencia hacia la meta inflacionaria, se lee en el documento.
Mientras que si se compara con 2018, la canasta de este año es cerca de $ 36.519 más cara.
El investigador Antonio Espinoza, autor del estudio, utilizó la canasta definida por el Sernac en 2018, homologándola con los productos definidos en la canasta del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para poder observar la evolución de los precios.
Esta canasta está diseñada para el consumo de seis a ocho personas y está compuesta por 25 productos: ají verde, bebida, carbón, cebolla, cerveza, cilantro, durazno, empanada, helado de piña, helado de vainilla, lechuga, limón, longaniza, mayonesa, pan, papas, papas fritas, pimentón verde, pipeño, repollo, sobrecostilla, tomate, trutro, y vino tinto.
Carnes lideran las alzas
Al descomponer los productos, la principal división es la de carnes y cecinas, la cual representa un 33,5% del gasto en 2025, seguida de los alimentos panificados (pan y empanadas) que corresponden al 17,2% del gasto total.
Entre agosto del año pasado, y el mismo mes de 2025, por tipo de producto, la mayor alza anual la registran la sobrecostilla, longaniza, vienesas y empanadas, todas con un incremento de 10,3%. Les sigue el trutro de pollo (10,1%).
Mientras, el gasto en verduras y hortalizas presentó la mayor contracción anual. La papa registró una caída de 35,2% en agosto respecto al año pasado y la lechuga y repollo anotaron una disminución de 30,9%.
Analizando las incidencias de estos componentes en la variación anual, el OCEC-UDP observó que verduras y hortalizas es el único ítem que incide a la baja en la variación anual de la canasta dieciochera, aportando -3,4 puntos porcentuales (pp.).
Por el contrario, el agregado que más incide al alza corresponde a carnes y cecinas, el cual tiene una incidencia de 3,2 pp., seguido por panificados (1,5 pp.) y bebestibles (0,8 pp.).
Efecto salario mínimo
Considerando que la canasta dieciochera es un gasto que realizan las familias, el reporte del OCEC-UDP también busca responder a la pregunta de cuánto de los ingresos destinan los hogares para la celebración de estas fiestas.
Si se toma como referencia el salario mínimo actual de $ 529.000 y el valor promedio del conjunto de productos de $ 96.058, se obtiene que el salario mínimo permite comprar 5,5 veces la canasta dieciochera, mientras que, en agosto de 2024, cuando el valor promedio era $ 93.585, el salario mínimo de $ 500.000 permitía comprar 5,3 veces la misma canasta.