Continúan los ajustes en las estimaciones de crecimiento de la economía chilena. Ahora es el turno de Santander, entidad que pronosticó una expansión del PIB de sólo 2,2% para este año, una baja de cinco décimas respecto a la estimación anterior.
El próximo año la actividad crecerá 2,4%, cuatro décimas menos que lo estimado inicialmente.
"Detrás de estos números vemos expectativas que no repuntan para apuntalar la demanda interna más un sector externo que contribuirá menos", dijo el gerente de división comunicaciones, estudios y políticas públicas y economista jefe de Santander, Pablo Correa.
En línea con otros pronósticos, Santander proyectó que los precios de las materias primas también serán menores. Así, el cobre promediará US$ 2,52 la libra en 2015 y US$ 2,45 en 2016. Mientras, el precio del barril de petróleo rondará los US$ 54 este año y los US$ 52 el próximo año.
"Los ciclos históricos nos hacen pensar que no volveremos a ver un precio de US$ 4 la libra en mucho tiempo más. Sin embargo, los fundamentos del mercado nos indican que el precio debería repuntar a US$ 3 la libra en el mediano plazo ", dijo Correa.
Las perspectivas sobre el precio el precio del cobre y la estructura de costos de las compañías mineras suponen un ajuste en los ingresos fiscales, que pasan de 9% el 2014 hasta 6% hacia 2017.
Según las previsiones de Santander, la construcción mostrará un leve aumento de 1,8% en 2015 y 1,6% en 2016" por la anticipación del impacto de la reforma al régimen de IVA, aunque su efecto será transitorio finalizando el próximo año", explicó Correa.
Desempleo
Respecto al desempleo, Santander anticipó que en 2015 promediará 6,6% y en 2016 será de 7%,"en parte explicado por un menor impulso del empleo público ".
En tanto, desde la firma indicaron que la inflación se ha visto afectada por la evolución del tipo de cambio y ajustaron la estimación a fin de año a 4,6% y a 3,5% para 2016.
El tipo de cambio nominal, Santander espera que cierre en $ 715 este año y que promedie 675 en 2016.
Además, esperan que la tasa de política monetaria no se mueva hasta 2017 y que los tramos más largos de la curva de rendimiento deberían empinarse en la medida que se ajusten en EEUU.