Servicios, los ganadores del primer semestre; agro, minería e industria los perdedores
Mientras los primeros mostraron alzas sobre 3% e, incluso 4% y 5% en ciertos casos -financiero y transporte-; entre los segundos, hubo bajas superiores a 2%.
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Un cuadro complejo enfrentó la economía nacional el primer semestre golpeada evidentemente por la guerra comercial que fue in crescendo durante estos meses. Gráfico de esta situación fue el comportamiento de los distintos sectores que incluye el Producto Internto Bruto (PIB), el cual se expandió 1,8% de la mano esencial de los servicios, como financieros, de vivienda e inmobiliario, personales y empresariales.
Los primeros terminaron la primera parte del año con un alza de 5,4%, mientras los restantes lo hicieron a una velocidad de 3,4%.
El incremento en los servicios empresariales fue incidido principalmente por una expansión de las actividades profesionales, destacando en esta agrupación las actividades de arquitectura e ingeniería y las actividades de consultoría.
En el caso de los personales, el dinamismo provino de la salud pública, seguida por la privada. Durante el segundo trimestre, la educación mostró un menor crecimiento respecto del exhibido en el primero como consecuencia de la menor prestación de servicios de educación pública.
Esto último podría asociarse a la paralización de los profesores.
Más viajeros
El servicio aéreo nacional e internacional de pasajeros impulsó a la actividad transportes, que mejoró 4% en el semestre.
Con la excepción del ferroviario, todas las actividades del sector aumentaron, siendo el aéreo el protagonista explicado tanto por las rutas internacionales como nacionales.
Los servicios conexos crecieron en línea con una mayor actividad en los servicios de carreteras y almacenamiento.
Finalmente, el transporte terrestre de carga avanzó consistente con sus principales demandantes y el de pasajeros lo hizo acorde a una mayor demanda por servicios urbanos e interurbanos.
Construcción al rescate
Entre los rubros más tradicionales de la economía sobresalió la construcción, que creció 4,2% en el segundo trimestre para pasar el semestre con un incremento de 3,6%.
La actividad fue incidida principalmente por mayores obras de ingeniería -explicado por proyectos ligados a la minería- y, en menor medida, por una mayor edificación. Contrarrestó parcialmente al resultado de la actividad una reducción en la demanda por actividades especializadas.
Por otro lado, tanto la edificación habitacional de casas y departamentos como la no habitacional mostraron cifras positivas en el segundo trimestre.
Mucho más atrás, la actividad comercial disminuyó su dinamismo y sólo aumentó 1,5% en abril-junio para terminar los primeros seis meses con un alza de 2%, es decir, apenas por sobre el PIB total.
Impulsaron la actividad las ventas minoristas, pero en especial las mayoristas de la mano de la maquinaria y equipo.
Por otro lado, en el comercio minorista se observaron resultados mixtos; las mayores contribuciones se observaron en farmacias y en vestuario, calzado y equipamiento doméstico. Finalmente, el comercio automotor se contrajo reflejo de menores ventas de vehículos. Contrarrestaron en parte lo anterior, las mantenciones y ventas de repuestos.
En mal pie: agro e industria
La nota negativa la puso la actividad agropecuario-silvícola, que acusó una caída por segundo trimestre consecutivo -de 5% para concluir el semestre con una de 3,3%-, afectada por un mal período en la fruticultura, silvicultura y ganadería.
En el caso de la disminución de la producción agricola, ésta fue consecuencia de menores cosechas de cultivos anuales, en especial de maíz y remolacha. También incidió el cultivo de hortalizas con destino consumo fresco.
La fruticultura disminuyó incidida por la menor producción de kiwis, uva vinífera y manzanas.
Compensaron el resultado anterior la producción de frutos secos con destino exportación, en particular de almendras y nueces.
Finalmente, el resultado en ganadería fue incidido por una reducción en la producción de leche y, en menor medida, por la menor producción de aves, ovinos y cerdos. En contraste, la producción de ganado bovino creció, contrarrestando en parte el resultado anterior.
La actividad minera creció marginalmente en el segundo trimestre (0,2%), en línea con la recuperación de la producción cuprífera, aunque el desempeño presentó resultados dispares entre los distintos yacimientos del país.
En algunas faenas se registraron mayores leyes del mineral, que favorecieron la extracción de minerales de cobre y sus concentrados, mientras que la producción de cobre refinado cayó debido a la paralización de fundiciones en el sector.
Dado lo anterior, el sector terminó con un tropezón de 2% el primer semestre.
El tercer sector que mostró un deterioro significativo fue la industria manufacturera, que se contrajo 1,1% en el segundo semestre arrastrada por la producción de alimentos y, dado este resultado, no mostró crecimiento en la primera parte del año.
La industria alimenticia registró una reducción en la mayoría de sus componentes; la elaboración de productos lácteos, conservas de frutas y azúcar, explicaron principalmente este resultado.
Respecto de la agrupación bebidas y tabaco, destacó la caída en la actividad vitivinícola, debido a una alta base de comparación con el año precedente. Por su parte, la actividad celulosa y papel presentó caídas en gran parte de sus componentes, destacando la menor elaboración de papel debido a la paralización de una planta del sector.