Macro

Pablo García, vicepresidente del BC: “Lo que dijo Stephany más bien son apreciaciones personales, no reflejan una visión del Consejo”

La autoridad explica su voto disidente en la última RPM y también aborda las declaraciones de la consejera Griffith-Jones, recalcando que son “apreciaciones personales” y no representan al Consejo.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Lunes 3 de julio de 2023 a las 04:00 hrs.
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La agenda de Pablo García fue intensa la semana pasada. El vicepresidente del Banco Central fue uno de los protagonistas de Chile Day 2023, en Nueva York y Toronto, donde participó en reuniones con empresarios, gestores de fondos y bancos de inversión. También expuso ante el pleno del evento el miércoles en Shangri-La Hotel, en el corazón financiero canadiense.

El economista UC y doctor del MIT se toma una pausa entre la intensa agenda para conversar con Diario Financiero. Temas hay de sobra: el escenario macro, reflejado en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, su balance de Chile Day, su voto disidente en la última reunión de Consejo y el ruido que generaron las declaraciones de la consejera Stephany Griffith-Jones la semana pasada. 

Antes, refuerza los aspectos macro más relevantes del IPoM: por un lado, “el consumo se ajustó más rápido y esa persistencia que nosotros observamos en marzo más bien se fue disipando, lo cual en cierta forma es una buena noticia porque demuestra que la política monetaria ha logrado tener la restrictividad que se requiere”; y, lo segundo, “que el momento en que podríamos empezar a bajar tasas tendió a adelantarse respecto a lo que pensábamos en marzo”. 

Eso sí, advierte García: “El Banco Central no da señales respecto a reuniones específicas o un momento específico, sino que más bien entrega una estrategia, que sugiere que en el inicio de bajas de tasas puede comenzar antes de lo que se pensaba con anterioridad”. 

- ¿Los datos son tan contundentes como para pensar en este nuevo ciclo?

- Si mira la evolución de los precios, ya llevamos un tiempo donde se va dando esta senda de convergencia de la dinámica inflacionaria hacia la meta, que no es algo inmediato, no es algo que ocurre de una sola vez, es una cuestión que se va materializando de manera progresiva. Los datos, en cierta forma, han tendido a mostrar ese proceso. Por lo tanto, nos acercamos también al momento en que ya es pertinente considerar un relajamiento monetario.

- ¿Cuánto preocupa el mercado laboral?

- Déjeme ponerlo así: lo que está pasando con el mercado laboral no es incoherente con lo que se requiere que pase con la macro en términos de crecimiento y de inflación hacia adelante.

- ¿La economía ya dejó atrás el peor momento?

- Proyectando hacia mediados de este año y principios del tercer trimestre, estamos en condiciones de decir que el proceso de ajuste macro en términos de niveles de actividad está básicamente en buena marcha.

Ahora bien, lo que tenemos para adelante es la necesidad de mantener holguras negativas por un tiempo, lo que es coherente con seguir frenando la inflación. No hay una evaluación de que esto esté yendo más allá de lo necesario.

Debate por la tasa

- Respecto a la tasa, ustedes definieron un corredor en el último IPoM. ¿Eso tiene implícito ajustes fuertes a la baja en las próximas reuniones?

- Es importante clarificar esto. El corredor existe justamente porque las trayectorias de la política monetaria dentro de ese corredor son todas relativamente probables. O sea, no hay una trayectoria especial, no es que la trayectoria del promedio del corredor sea más o menos probable que otras en torno a ella.

¿Por qué? Por ejemplo, sabemos que hay cierta incertidumbre en la economía respecto a cuánto va a crecer. Si terminamos creciendo más bien por la parte baja del rango de PIB previsto en el IpoM, entonces la política monetaria va a estar más bien cerca de la parte inferior del corredor. Si crecemos más bien por el lado de arriba del rango de crecimiento, la política monetaria va a ir más bien por el lado superior del corredor.

Por tanto, no hay un prejuzgamiento de más movimientos antes, más movimientos después, magnitudes aquí, magnitudes allá en tal o cual reunión. Eso es parte de la táctica y de las decisiones que vamos tomando como Consejo reunión a reunión, no es algo que el IPoM tenga que comunicar de manera explícita, porque no está hecho para eso.

- Pero me imagino que hay rangos del corredor que le hacen más sentido a usted.

- La forma en cómo tomamos decisiones de política monetaria es reunión a reunión.

Entonces, el corredor te da amplia flexibilidad hacia adelante para poder ir sopesando los elementos que vas viendo con los datos y para poder ir tomando las decisiones que tú consideres más apropiadas en una reunión en particular.

Acá no hay un plan de ciertos movimientos que tú predefinas con anticipación.

- El voto disidente de usted y de Stephany Griffith-Jones en la última reunión dejó la sensación de que se estaba enviando una señal de un piso de baja de 50 puntos en la reunión de julio. ¿Es así?

- Toda la racionalidad de los argumentos estará disponible en la minuta de la reunión. Lo único que puedo decir a esta altura, que es algo que hemos compartido todos, es que hay más bien diferencias de apreciación, diferencias tácticas respecto al momento oportuno, pero no son diferencias sobre la estrategia general de política monetaria que está contenida en el IPoM.

- ¿O sea, las diferencias son respecto a la magnitud de la baja, más que respecto a la trayectoria?

- Efectivamente si usted mira el corredor, mira las encuestas, mira los precios de mercado, todo va indicando que vamos a entrar en un proceso de normalización monetaria, de reducción de la restrictividad.

De hecho, para mí una pregunta interesante que vamos a tener que ir resolviendo como Consejo en las próximas reuniones es cuál es el ritmo efectivo de normalización monetaria y reducción de la restrictividad que va a ser necesario para que la inflación vuelva a la meta. Y, por supuesto, que hay dudas de cuál es y va a depender de cómo vayamos viendo los datos y cómo vayamos viendo nuestras proyecciones. Eso es algo que nosotros no podemos prejuzgar hoy.

- Justamente la consejera Griffith-Jones dijo en una entrevista en El Mercurio que se podrían necesitar bajas de más de 50 puntos en julio. ¿Fue una imprudencia?

- Lo que dijo Stephany más bien son apreciaciones personales de ella, no reflejan una visión del Consejo. Desde mi punto de vista, tenemos que evaluar el escenario de tasas reunión a reunión. Prejuzgar lo que puede ocurrir es algo que me cuesta pensar. La decisión que yo tomé en la reunión pasada era con los méritos de esa reunión, mirando nuestras propias proyecciones y estas diferencias tácticas que menciono.

- ¿Cree que este tipo de actitudes afectan al Consejo?

- Son apreciaciones personales. Yo no iría más allá de eso.

- ¿Pero no cree que sea algo que comprometa al Consejo o a la institución?

- No, porque son apreciaciones personales.

- Más allá de 50 o 75 puntos, ¿de todas maneras el ciclo de baja de tasas de aquí a fin de año debería ser más intenso de lo normal?

- No tengo una respuesta exacta. Déjeme ponerlo así: la contundencia o no de las medidas no tiene que ver con la magnitud matemática o aritmética de los movimientos, sino que tiene que ver con lo que se requiere para que la macro vaya llevando a que la inflación converja a la meta de 3%.

La tasa neutral con inflación en 3% y con la economía estabilizada, estimamos que está entre 3,5% y 4%. Entonces, ahí uno ve que esa diferencia con lo que tenemos hoy día con la TPM en 11,25% es simplemente un reflejo de la magnitud de los desajustes que tuvimos en el pasado.

El interés de los bancos de Wall Street por el RCC: “Hubo bastantes preguntas sobre eso”

- ¿Cómo vio el ánimo de los inversionistas en el Chile Day?

- Hay varias dimensiones que son interesantes desde el punto de vista más bien cercano a la política monetaria. Por ejemplo, en el mundo financiero, más de corto plazo, en el mercado de renta fija, mercado de tasas, hay mucha atención a lo que ocurre en Chile, porque estamos en un proceso donde hay una trayectoria que sugiere bajas hacia adelante. Eso, en el contexto del mundo es de cierta forma interesante, ya que Chile es un país que partió con agresividad para combatir la inflación, y que hoy vea que se están dando los frutos de ese trabajo, es algo atractivo, porque hay otros países que están en unas circunstancias un poco distintas (...)

Hay harto interés en eso, y es bueno que este evento ocurra a días de haber presentado nuestro IPoM. Le da mucha coherencia al mensaje y permite explicar con mayor detalle cómo es nuestra visión macroeconómica hacia adelante, qué cosas han cambiado, que cosas no, etc…

En segundo lugar, también hay interés sobre Chile, más allá de nuestro rol como Banco Central, en términos de las perspectivas más de largo plazo, en particular vinculado a los desarrollos asociados a la transición energética. Ha habido harto interés respecto a cuáles son las perspectivas para Chile en el más largo plazo en la medida en que la transición energética en el mundo se vaya materializando con más fuerza.

Como también está el ministro Marcel y obviamente hubo muchas preguntas vinculadas al tema de las reformas, pero eso está más asociado al ámbito de acción de él.

- ¿Hubo preguntas sobre el Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC)? Muchos bancos de Wall Street operan en Chile también.

- Hubo bastantes preguntas sobre eso. La ventaja de poder presentar estos temas es que uno engloba el conjunto de cosas y la visión del banco en sus distintas medidas en un contexto más coherente.

O sea, el foco del Banco Central ha sido restablecer el equilibrio macroeconómico, disminuir los desbalances macroeconómicos y comenzar a reconstituir las holguras y la capacidad de reaccionar frente a eventos en el futuro.

Por ejemplo, la política fiscal ha contribuido, porque tuvo un ajuste bien significativo, el año pasado se estableció una senda de estabilización de la deuda pública. El aumento de la tasa de interés se puede entender para fomentar el ahorro y recuperar los niveles que se vieron bastante deteriorados durante los años recientes. También, desde el punto de vista de las reservas internacionales, reconstituir nuestros niveles de liquidez internacional ayudan a fortalecer la capacidad de respuesta frente a eventos externos negativos. Y el buffer contracíclico, que se usa con mayor frecuencia en otras jurisdicciones, particularmente en Europa, permite tener una mayor capacidad de ajuste del capital de la banca frente a eventos de turbulencia. Hay que decir que he sido bien claro que la activación del RCC no es un juicio respecto a la solvencia de los bancos, sino que simplemente para mejorar la capacidad de reacción frente a eventos disruptivos que, si algo hemos aprendido los últimos años, siempre pueden ocurrir de manera sorpresiva.

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