A menos de un año de que el Presidente de la República, Gabriel Boric, finalice su mandato, algunos ya comienzan a delinear cuál será su legado. Este es el caso del empresariado, que a través del Índice de Confianza Económica de mayo -elaborado por Deloitte y Cadem- respondió la pregunta sobre por qué hito positivo cree que será recordada la actual administración.
Del sondeo participan casi 60 altos ejecutivos de empresas como AFP Habitat, Anglo American, BTG Pactual, Colbún y Ripley, entre otras.
Un 72% de este grupo cree que el gran legado del mandatario será la reforma de pensiones.

“Se trata posiblemente del principal logro del actual Gobierno, además, en un área muy sensible socialmente y que colabora a ir cerrando una discusión de larga data. Sin duda es un acuerdo muy relevante”, dijo el presidente de CP Assurance Compliance y exsubsecretario de Hacienda, Álvaro Clarke.
Mientras que el CEO de Deloitte, Christian Durán, aseguró que el impacto de la reforma de pensiones tiene implicancias estructurales en el sistema económico. “Una reforma previsional bien diseñada impacta directamente en el mercado de capitales, ya que los fondos de pensiones son un actor clave en el financiamiento de inversiones a largo plazo”, mencionó.
Esto dista de lo que piensa la opinión pública, donde solo un 23% menciona la reforma de pensiones (ver gráfico).

Catalina Mertz, economista y directora de empresas. Álvaro Clarke, presidente de CP Assurance Compliance y exsubsecretario de Hacienda. Roberto Izikson, gerente general de Cadem. Christian Durán, CEO de Deloitte. Fotos: Julio Castro y Archivo.
“La ciudadanía, en cambio, valora las cosas del día a día, como la Ley de 40 horas que significó mejoras en la calidad de vida, y el aumento del sueldo mínimo, que se asocia a un alza en las remuneraciones reales. Para las empresas, ambas cosas implican más costos”, planteó el gerente general de Cadem, Roberto Izikson.
La Ley de 40 horas ocupa el segundo lugar en el ránking del panel de negocios con un 47%. En el tercer puesto se ubica el acuerdo entre SQM y Codelco para la producción de litio en el Salar de Atacama desde 2025 hasta 2060.
¿Efecto de año electoral?
En lo que va del primer semestre de 2025, sólo el 1% del empresariado cree que la situación económica actual de Chile es muy buena o buena.
Pero hacia adelante, las perspectivas mejoran, aunque levemente.
Si en la encuesta anterior un 89% de los ejecutivos consultados apostaba porque la economía local mejoraría en un horizonte de seis meses, en el último sondeo ese número se reduce a un 71%, mientras que el 29% se la juega porque la situación mejorará.
En el caso de la inversión en el país, si en el Índice de Confianza Económica previo un 81% del panel de negocios creía que empeoraría en medio año, ahora ese número se reduce a 71%, con un 29% que tiene una mirada optimista hacia el futuro cercano.
“Cada cuatro años se genera un proceso de renovación de expectativas único e irrepetible que es la elección presidencial. Y en particular, los empresarios creen que en esta ocasión lo más probables es que haya cambios y resulte ganadora la derecha, que es vista como más alineada al crecimiento y a la inversión que el oficialismo”, explicó Izikson.
“Siguiendo en terreno muy pesimista, hay un alza puntual en los indicadores sobre expectativas económicas del país que podría estar correlacionado con el ciclo electoral. Aun cuando hay todavía incertidumbre sobre el resultado de las próximas elecciones, pienso que se percibe un ambiente general en que se vuelven a valorar la estabilidad y el cumplimiento de las reglas”, postuló la economista y directora de empresas, Catalina Mertz.
Respecto a la influencia en la mejora de las expectativas el hecho de que la preocupación por un mayor crecimiento se ha instalado en el debate, Clarke aseguró que sin duda es un elemento importante.
“El acuerdo político que existe en torno a volver a crecer es más amplio, muy nítido en los partidos de oposición y también en la candidatura del socialismo democrático. Posiblemente, esto representa el 80% del espectro político. Claramente, es un factor imprescindible para hacer efectivo el proceso de convergencia fiscal, satisfacer las principales demandas sociales en el largo plazo y generar las condiciones de prosperidad para todos los chilenos”, expresó el economista.
Mertz complementó que el alza es moderada, “porque, justamente, entre lo dicho y lo hecho, queda un gran trecho. Pero, efectivamente, por lo menos ahora es un tema en el debate público y algo que todos dicen querer, y había estado ausente o, incluso, criticado”.