Fuego cruzado, críticas y acusaciones entre las cartas presidenciales fue todo lo que no hubo en el debate presidencial del Encuentro Nacional de la Empresa (Enade), el tradicional evento organizado por Icare.
Y es que a diferencia de otros espacios de conversación de este tipo, en los que hubo más de un enfrentamiento entre los nombres que compiten por el sillón presidencial de La Moneda, esta vez el tono fue más tranquilo, tanto, que no hubo recriminaciones de ningún tipo. Es más, se dio lo contrario, hasta un “te perdono”.
“Faltó pelea, se notó que no estuvo (Eduardo) Artés”, dijo un asistente del público, a raíz de la ausencia del candidato presidencial independiente.
Quizás influyó el formato o sencillamente porque esta vez la apuesta de los candidatos fue destinar el tiempo a posicionar sus ideas, sin desviar la atención hacia sus contrincantes.
La conversación
El debate presidencial, moderado por el periodista Juan Manuel Astorga, se dividió en varias partes, y comenzó con un llamado de atención a la carta presidencial del Partido de la Gente. “Don Franco Parisi, se puede concentrar”, dijo Astorga, interrumpiendo la explicación de las instrucciones del formato de la conversación, lo que generó una risa espontánea entre el público que veía con especial atención cómo el candidato se movía por el escenario enfocándose con su celular.
En medio de esto se le dio la palabra a la carta del oficialismo, Jeannette Jara, quien sufrió más de un lapsus en el escenario. “Hay tres ejes centrales que son los que debieran guiar mi gestión como presidenta de Chile, el primero es el combate a la seguridad pública, perdón, el combate a la delincuencia fortaleciendo la seguridad pública. Ahí va a dar para un meme”, dijo entre risas Jara, risas que fue replicada por el público.
“Con la cara que me miran me desconcentran”, agregó más tarde tras otro lapsus.
Luego fue el turno de Evelyn Matthei, la apuesta de ChileVamos, quien aprovechó su primera intervención para hacer un llamado a la unidad. “No te pido que pienses como yo, pero te pido que trabajemos juntos para resolver los problemas de Chile”, dijo.
El único que mostró un tono más “peleador” fue Marco Enriquez Ominami, quien aprovechó su primera intervención para criticar la renuncia del exministro de Hacienda, Mario Marcel. “Es una irresponsabilidad haberse ido”, cuestionó.
“Doy vuelta la página”
Así, sin anuncios ni nuevos mensajes pasó la primera y segunda fase del debate. Hasta que llegó el momento más esperado, “Diálogos improbables”, un espacio en el que los candidatos tuvieron la posibilidad de formular una pregunta a quien les fue asignado por sorteo.
Y si bien esta parte podría haber dado margen para algún cuestionamiento -una idea que era reforzada por la campana que sonaba al terminar el tiempo de cada uno y que simulaba la de un ring de boxeo-, no lo fue, ya que las preguntas si bien podían ser formuladas por cada candidato, estas estaban sujetas a un tema que era definido por un sistema de “esferas” al azar. Un esquema que, a juicio de varios, le quitó emoción a la conversación.
Pese a esta limitante, Matthei condimentó la jornada.
Por sorteo, le tocó realizar una pregunta a su contrincante, la carta presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast, pero antes de lanzar su pregunta, se tomó unos segundos para cerrar una polémica con él. “Yo estaba súper molesta por los ataques que recibí de parte de bots de republicanos, pero te escuché en la radio, escuché tus explicaciones, te acepto las disculpas, te perdono y doy vuelta la página”, dijo, lo que generó aplausos.
En otro bloque, cada candidato tuvo que tomar el slogan de su campaña y transformarlo en una propuesta concreta de acción.
Por ejemplo, Kast reforzó que con su lema “La fuerza del cambio”, apunta a la creación de una fuerza de tarea al interior del Estado; a eliminar excesivas trabas regulatorias, a aislar al crimen organizado y cerrar los pasos fronterizos.
Matthei, con “Chile, un sólo equipo”, planteó que “cuando uno trabaja juntos y resuelve problemas no sólo trabaja bien, sino que lo hace con alegría y satisfacción”.
Este bloque aún no finalizaba pero ya era evidente la pérdida de interés del público, el cual de a poco fue abandonando el salón.
En el marco de los últimos 60 segundos concedidos a cada presidenciable, Jara posicionó su preocupación por la salud. “Me preocupa mucho el 80% de los chilenos que está en Fonasa, que tiene que atenderse en la salud pública y que está viviendo una grave crisis”, dijo, comprometiéndose a realizar una reforma a la salud.
El mensajes tras bambalinas
Ya fuera de los escenarios, los candidatos hicieron algunas declaraciones a la prensa. Momento que fue aprovechado por Evelyn Matthei para enfatizar que se ve en segunda vuelta.
Consultada respecto a si su “perdón” a José Antonio Kast se podría traducir en un apoyo a él en una segunda vuelta, la exalcaldesa lanzó que “yo estoy total y absolutamente convencida que voy a votar por mi misma en la primera y también en la segunda vuelta. No solo estoy convencida de que voy a pasar a segunda vuelta, sino que creo además que es lejos lo mejor para Chile, porque nosotros tenemos que resolver los problemas, y no los vamos a resolver peleando”.
Además, agregó que “yo ya lo he dicho, no me veo votando por una persona que sea continuadora de este gobierno y menos comunista”.