La incertidumbre acerca del resultado del balotaje terminó más temprano de lo esperado, con un desenlace que sorprendió al electorado más bien por la diferencia con que el candidato opositor del Partido Republicano José Antonio Kast (58,16%) se impuso a la oficialista Jeannette Jara (41,84%).
Con ello, se inicia el peregrinaje de la centroizquierda de vuelta a la oposición, donde la clave para aspirar a volver a La Moneda en algún momento es, según representantes del sector, la unidad de la coalición desde la Democracia Cristiana (DC) hasta el Partido Comunista (PC), pasando por el Frente Amplio (FA).
Tanto es así que la propia representante del sector llamó a la unidad con el objetivo de “mantener un proyecto político”, en alusión al que se conformó tras su triunfo en la primaria de la centroizquierda en junio.
Algo nada menor, si se considera que el hábitat natural de la oposición es la sede del Poder Legislativo. Y el futuro de la exministra es algo que nadie se atreve a adelantar habida cuenta de que resultó ser la aspirante a La Moneda con el peor desempeño del sector (en términos porcentuales).
Pese a ello, Jara –quien reconoció la derrota a través de su cuenta de X a las 19:30 horas de este domingo-, señaló en su discurso que es “en la derrota donde más se aprende y donde más firme debe ser la convicción democrática” y aseguró que seguirá trabajando “para que la vida en nuestro país no sea cuesta arriba (… ) y el progreso llegue a todos”.
En el contexto del regreso a la oposición, la excandidata advirtió que “el camino de la unidad es el único que vale la pena” y que “construimos una alianza amplia e histórica, tenemos una fuerza política, social y cultural que tenemos que cuidar (…) hay una tarea que continúa”, sentenció; y fue enfática en que “seremos una oposición propositiva y exigente y firme en proteger lo logrado”.
Pero también le mandó un mensaje a Kast, advirtiendo que “no pueden ponerse en riesgo las conquistas, el aumento de las pensiones, gratuidad en la educación (…) no podemos retroceder”.
Y aunque señaló que viene un proceso de “mucha autocrítica y mucha reflexión” para su sector, “nuestro propósito es mantener vivo el proyecto que representamos”.
Articulación en el Congreso
En este sentido, el director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Autónoma, Aldo Cassinelli, comparte que la unidad será un elemento imprescindible para la oposición y que “la articulación se dará en el Congreso”. Pero está por verse, advierte, si lograrán mantener la coalición que respaldó a Jara. La duda que plantea el experto surge a raíz de la actitud más “moderada” con que se moverá el Socialismo Democrático (SD) y su búsqueda de la reivindicación de una “oposición constructiva”. En el otro extremo, el PC y el FA con una postura -cree- menos flexible.
Para el expresidente y exsenador del PPD, Guido Girardi, “el rol de la centroizquierda es impedir la muerte de la democracia liberal, que está amenazada; y luchar contra la polarización”.
A su juicio, el sector debe “construir una narrativa alternativa” al discurso que ha promovido hasta ahora, defendiendo también la capacidad de diálogo y la construcción de acuerdos.
Por otro lado, en otros sectores del oficialismo admiten que uno de los errores puede haber sido “subirse tarde a algunos temas que no son tradicionales a nuestro sector, como la seguridad; especialmente, para el PC y el Frente Amplio” y concluyen que puede ser que la gente “no le haya creído a nuestra candidata que realmente enfrentaría estas situaciones con mano dura”.
En este sentido, el senador socialista Gastón Saavedra reflexiona acerca de lo sucedido, llegando a la conclusión de que se debe a que “el precio de la derrota estratégica en el plebiscito constitucional de septiembre de 2022 es que fuimos socialmente derrotados”. Desde su punto de vista, el triunfo del “Rechazo” cambió la visión de sociedad y cosas que antes no importaban tanto pasaron a ser primordiales, como la seguridad o la inmigración.
En cualquier caso, hace hincapié en la importancia que tendrá la unidad de la oposición en el Congreso para defender los derechos sociales alcanzados en gobiernos anteriores, incluida la PGU de Sebastián Piñera. Pero, advierte, haciendo una oposición constructiva, “nada de negar la sal y el agua”.
Todo esto habrá que pensarlo después de la necesaria autocrítica a la que la centroizquierda “siempre le hace el quite”, reconoce otro parlamentario oficialista que asegura que “no se trata de la noche de los cuchillos largos, ni mucho menos, pero hay que conversar”.
Desde el Frente Amplio, el diputado Jaime Sáez asegura que “ya se ha discutido en la bancada el escenario el escenario de adversidad y resistencia” en el que les corresponderá ubicarse, al menos, los próximos cuatro años. El tema se conversó incluso con los legisladores nuevos que llegarán a la bancada y, aunque él no resultó reelecto, está convencido de que la unidad del sector será necesaria, pero sobre todo que “no se podrá hacer una oposición como la del segundo Gobierno de Piñera”. Porque el haber pasado por La Moneda tendría que “sumar un aprendizaje importante” para su partido.
En tanto, está convencido de que la que hay en el actual Gobierno y la que hubo tras Jara “fue una unidad por la fuerza de los hechos” y que en adelante “debería unirnos un proyecto a largo plazo”.
Sin embargo, recuperar La Moneda no será una tarea fácil para el actual oficialismo, ya que, según advierte el propio diputado, “el auge de las derechas a nivel global dice que no estamos leyendo adecuadamente la sociedad. Al menos en el Frente Amplio”. Y le preocupa que la centroizquierda no supo leer a los jóvenes que sí atrajo el candidato del Partido de la Gente, Franco Parisi.
A propósito del PDG, al principal impulsor de la candidatura de Jara en la DC, diputado Eric Aedo, le inquieta que “no veo a nadie conversando con el PDG en el Congreso o en ningún otro lado”, cuando es el que -a su juicio- puede hacer la diferencia para la futura oposición.