Por Cristián Bastías Flores
Pese a su copada agenda laboral como decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), el economista Manuel Agosin, se dio el tiempo de analizar en extenso con DF el acontecer económico del país.
El Ph.D. en Economía de Columbia University enfatiza que sería mucho más conservador de lo que está siendo, en estos momentos, el Ministerio de Hacienda respecto a la forma del gasto y en cómo calcular el presupuesto de 2014.
- ¿Cómo ve el ciclo de la economía, tras las últimas cifras de Imacec? ¿Son las primeras señales de desaceleración?
- Creo que es un poco prematuro hablar de desaceleración. En todas las economías modernas hay bastante variabilidad en la producción o PIB de un mes a otro, por lo que tener dos meses que no son todo lo brillante que uno hubiera querido… Yo no hablaría de desaceleración.
- Pero, ¿puede esto afectar las proyecciones de un crecimiento de 5% para fin de año?
- Yo todavía apostaría por un crecimiento del 5%, no cambiaría mi pronóstico para este año. Significa que los meses que vienen debiésemos tener un Imacec más vigoroso que los dos últimos que hemos tenido.
- Como señaló Vergara en el último IPoM, el principal riego para nuestra economía es el déficit de cuenta corriente, ¿cómo ve que el consumo aún no muestre una desaceleración notoria?
- El consumo sigue fuerte, todavía los hogares chilenos están con un alto grado de confianza en el futuro, lo que se explica por el alza en sus niveles de ingreso. Respecto a la cuenta corriente, ésta se está haciendo cada vez más deficitaria y por varios motivos, no hay uno solo. Hay algunos que son más preocupantes que otros. Uno es el aumento de las importaciones, que es muy superior al aumento de las exportaciones, lo que también es el correlato del aumento del consumo y de algunos tipos de inversión. Por otro lado, tenemos que el entorno internacional no está boyante como se veía seis meses atrás. O sea, estamos con precios del cobre que están mucho más bajos y puede que sigan cayendo, no lo sabemos con certeza, ya que desconocemos si nuestro principal comprador que es China va a volver a repuntar o no. Eso está por verse. ¿Ahora como se va a producir el ajuste? No lo sabemos, no está claro. Seguramente por una depreciación cambiaria. Si sigue cayendo el precio del cobre, si las exportaciones se siguen retacando y las importaciones siguen creciendo, lo que va a pasar es que en algún momento el tipo de cambio va a comenzar a subir. La señal de alerta de la cuenta corriente es importante, ahora una parte de la cuenta corriente es totalmente un problema contable, porque las utilidades que ganan las empresas extranjeras en Chile son muy altas, por el hecho de que el precio del cobre es muy superior a su costo, entonces todas esas utilidades aparecen como una salida de divisas. Pero no todas esas utilidades se van del país, algunas reingresan como reinversión. O sea que una parte del déficit es contable, lo que sería algo menos preocupante.
- ¿Que deberían hacer las autoridades frente a esto?, ¿tienen alguna medida que vea como aconsejable?
- Yo sería muy partidario de que en el presupuesto estructural, se utilizara un precio del cobre bastante más bajo del que se utiliza en Hacienda en estos momentos. Hay que ser súper prudente en lo fiscal en un país tan dependiente de un pequeño precio como es el del cobre. Yo sería más conservador que lo que es Hacienda en estos momentos y utilizaría un precio del cobre bastante menor, porque hay bastante subjetividad en eso, ¿quién me va a decir cuál será el precio en el largo plazo?, no lo conoce nadie. Yo puedo tener una metodología econométrica para calcularlo, muchos de mis colegas la tienen, pero al final del día es el precio con el cual usted hace el presupuesto. O sea, usted determina cuánto va a gastar de acuerdo a cuál es su precio de tendencia a largo plazo. Yo creo que habría que gastar menos, si bien la economía no está recalentada en los términos clásicos de la palabra, está mostrando -como dice el mismo presidente del Banco Central- signos de que el consumo no se está desacelerando y que sigue muy boyante, entonces la política fiscal tendría que ser algo más contractiva y un mecanismo muy sencillo es utilizar un precio del cobre que lo que le permita gastar menos al gobierno.
- ¿Qué opinión le merece la intervención que piden tanto los exportadores?
- El dólar está bajo y refleja también expectativas de que la economía chilena va a continuar creciendo, que va a continuar atrayendo capitales extranjeros importantes. El precio de la divisa tiene dos componentes: un componente real, en el sentido de cuantos son los retornos de exportaciones, cuantos dólares están entrando, etc. y un elemento subjetivo de cómo ven este escenario para el dólar. Hoy ese elemento subjetivo nos sugiere que los agentes económicos están esperando que las entradas de capitales van a subir, que los precios del cobre están por debajo de sus precios de equilibrio y, por lo tanto, el dólar se mantiene en los $ 470, $ 475, con un rango de movimiento muy estrecho. Por el momento, comprendiendo la situación de los exportadores, yo mantendría una posición de cuidadosa vigilancia, porque puede ser que el dólar se vaya para arriba solito, yo tengo escenarios en mi cabeza en que puede haber un alza muy fuerte del dólar, o sea, está a la vuelta de la esquina. Un mayor descalabro del precio del cobre nos va a llevar a un precio mucho más alto. Yo creo que los dados están cargados más para el lado del alza del precio de la divisa que al de una baja. Además, es muy difícil modificar las expectativas, hay que hacer intervenciones muy brutales. Por eso que el Central anuncia programas de intervención y no interviene una sola vez.