El Banco de Japón lanza una nueva ofensiva contra la deflación

Su decisión de fijar una meta de inflación de 1% marca un giro en su tradicional política de ceder la responsabilidad a la autoridad fiscal.

Por: | Publicado: Martes 10 de abril de 2012 a las 05:00 hrs.
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La noticia económica reciente más importante de Japón fue la decisión del banco central en febrero de adoptar una meta de inflación de 1% anual. Queda por verse si el Banco de Japón (BOJ) será proactivo, pero la meta al menos sugiere una renovada determinación. EIU espera que la inflación promedie apenas 0,1% en 2012.

La larga batalla de Japón con la deflación data del estallido de la burbuja de activos a comienzos de los ‘90. Desde entonces la economía ha sido incapaz de generar un crecimiento auto sustentable, en parte por el exceso de capacidad y la debilidad de los bancos. En los últimos años la capacidad oficial de inyectar estímulo a la economía ha estado limitada por el deterioro de las finanzas públicas pero también porque las tasas de interés cercanas a cero no dejan espacio para un alivio monetario ortodoxo.

Dada la negativa del BOJ por más de una década a fijar una meta inflacionaria, el anuncio podría indicar un cambio fundamental. Al mismo tiempo, el BOJ presentó un plan para expandir la compra de activos, incluida deuda pública, de 
US$ 670 mil millones a US$ 790 mil millones. En marzo, fue más allá y destinó recursos a préstamos para distintos sectores de la industria.

Sin embargo, aún no está claro hasta dónde quiere llegar. El BOJ ha estado bajo fuerte presión para flexibilizar su política, y el anuncio de una meta inflacionaria puede ser un intento de aliviarla. Además, el banco no difundió un cronograma que detalle cómo usará sus nuevos fondos. Por eso hay razones para preguntarse si realmente cambió su postura o si adoptará su nueva política a regañadientes. Después de todo, por mucho tiempo el banco opinó que ya había hecho todo lo posible para combatir la deflación y que la responsabilidad era de las autoridades fiscales.

La inflación cayó a un promedio de 0,3% en 2011, un leve baja tras el 0,7% de 2010. Esto reflejó principalmente factores de la oferta, como la pérdida de producción agrícola tras el tsunami de 2011. La baja de la deflación habría sido mayor en 2011 de no haberse fortalecido el yen, que depreció las importaciones.

Sin embargo, no ha habido cambios fundamentales en el ambiente deflacionario. En 2012 los altos precios del petróleo y una depreciación del yen podrían generar inflación, pero esperamos que la deflación vuelva en 2013 por menores precios del crudo y commodities. A mediano plazo, un bajo crecimiento, una menor brecha productiva y el debilitamiento del yen sugieren que la inflación volverá en 2015-16.

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