Hogan Lovells: "La inteligencia artificial no provocará una salida masiva de abogados de los estudios"
El experto dice que dónde hoy sí existe preocupación es en temas de ciberseguridad.
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Nicholas Cheffings, presidente mundial de Hogan Lovells, lleva cinco años intentando implantar cambios sustanciales en la manera de trabajar de una de las más influyentes firmas legales del mundo ¿El objetivo? Mejorar su desempeño.
Poco a poco, palabras como eficiencia, confianza, innovación o flexibilidad se han convertido en una suerte de mantra para el conjunto de los abogados del despacho internacional. Y las últimas cifras de facturación evidencian ese cambio: US$ 2.160 millones, su mejor resultado histórico.
“La necesidad de mejorar la efectividad y eficacia la hemos logrado mediante tres aspectos: la reducción de costos operacionales, la faceta internacional del despacho y la multidisciplinaridad. Por un lado, hemos trasladado parte de nuestro negocio a espacios más económicos, como Johannesburgo o Louisville (Kentucky) -ocupar las oficinas más costosas de Tokio o Nueva York era innecesario. Por otro lado, gracias a nuestra capacidad internacional y multidisciplinaria hemos ido apostando por diferentes áreas de trabajo, dependiendo de la situación económica de los territorios y del mercado en cada uno de ellos”, apunta.
Otra pata de esta búsqueda de la eficiencia ha pasado por implementar cambios tecnológicos y atreverse a innovar. “Los avances tecnológicos nos han hecho más ágiles y flexibles. El ritmo de comunicación ha mejorado radicalmente y los acuerdos se alcanzan con mayor celeridad. Para nosotros es primordial identificar las próximas áreas de futuro como el fintech, los vehículos autónomos o el blockchain y convertirnos en los máximos líderes en estos apartados”.
En este punto, el presidente de Hogan Lovells hace un alto para centrarse en lo que parece haberse convertido en la última moda en los despachos: la Inteligencia Artificial (IA). Para Cheffings, este nuevo avance puede servir para mejorar la efectividad y la vida de los abogados, pero destaca que “no hay que abusar de la tecnología, sino usarla si los beneficios son evidentes”.
El experto aclara que aún es pronto para saber el efecto que tendrá en las oficinas jurídicas este tema, pero afirma que no cree que en los próximos cinco años vaya a provocar –como algunos piensan- “una salida masiva de abogados de los estudios”.
Preocupación
Cheffings, a su vez, destaca que donde hoy sí existen espacios de preocupación son en materia de ciberseguridad.
En este caso, el presidente de Hogan Lovells apunta que “es evidente que los despachos de abogados son un potencial objetivo de los ciberataques, como los que han sufrido el FBI, la sanidad británica o Telefónica en España”.
Cheffings entiende que, ante esta nueva amenaza, el conjunto de firmas legales deben hacer serios esfuerzos para reforzar sus niveles de seguridad y proteger la información de sus clientes.