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“La cultura del diálogo que aboga el Papa Francisco es más necesaria que nunca en Chile”

Dice que ya 1.300 empresarios han firmado el compromiso que le entregarán a Francisco, lo que ayuda a cambiar la cultura empresarial del país.

Por: Andrés Pozo B. | Publicado: Lunes 8 de enero de 2018 a las 04:00 hrs.
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En medio de un clima social que ha estado más cerca del desencuentro, a juicio de Ignacio Arteaga, presidente de la Unión Social de Empresarios, Ejecutivos y Emprendedores Cristianos (USEC), la llegada el próximo lunes del Papa Francisco abre una oportunidad para que los distintos actores sociales inicien un nuevo ciclo donde primen los puntos comunes.

- ¿Qué expectativas existen de la visita del Papa desde el mundo empresarial?

- Muy buenas, altas expectativas. Buena acogida, buena disposición. Ha ido mejorando el ambiente. El 2017 hubo muchas actividades entre primera vuelta, segunda vuelta, Teletón, Navidad, etc. Ahora el país está entrando en “modo Papa”.

El Papa Francisco aboga mucho por la cultura del encuentro, del diálogo, y creo que las empresas, como parte de la sociedad, estamos llamados a recibir ese mensaje. Esto es más necesario que nunca en Chile, porque ha habido mucho desencuentro.

- Se da además en un momento donde estuvieron las elecciones, donde se marcan los contrastes…

-Sí, ha habido un mayor nivel de desconfianza, las encuestas lo demuestran. Eso no es bueno para el país, ni para la sociedad. El Papa nos llama al encuentro y si uno se pone de manera humilde con los oídos abiertos y estamos todos con esa apertura, vamos a poder darnos cuenta que podemos reflexionar como sociedad. Quizás hemos cometido todos errores, pero somos capaces de mejorar, de entendernos y hacer mejor las cosas. Y en ese sentido, el Papa nos puede ayudar.

- ¿Habrá espacios para plantear este encuentro durante la visita?

- Bueno, hay todo un protocolo, pero el Papa es muy cercano a la gente y de gestos más que de grandes discursos. Se sale de esquemas. Creo que nos va a sorprender.

- ¿Qué deberían recoger los empresarios de lo que viene a transmitir el Papa?

- En estos días que estará el Papa, los empresarios estarán muy abiertos a querer oírlo de manera sincera. No mirándolo necesariamente de un prisma económico, político, sino de uno más bien personal, de “qué me dice a mí en mi vocación de empresario”.

El Papa no está en contra de la empresa, del empresariado. El Papa es de una familia de inmigrantes, él trabajó en un laboratorio antes de entrar al Seminario, como cualquier ciudadano. Valora mucho el trabajo como un medio de realización material y espiritual. El Papa y la Iglesia nos dicen que la vocación empresarial es noble, que estamos llamados a crear más riquezas, pero no solo material, porque esta vocación nos permite el desarrollo de la sociedad. La empresa está al servicio del bien común. No ve el dinero como un fin, sino como un medio. Eso el Papa lo promueve.

- ¿Cómo se ven dichos del Papa como que es urgente recuperar el sentido social de las empresas?

- Se toma muy bien, y compartimos esa visión, porque la propiedad privada tiene una función social que es ayudar al bien común. La empresa tiene que ganar dinero, tiene que ser rentable, pero es resultado de un proceso. Si uno quiere hacer una empresa con esa única finalidad, no es sustentable, tiene que preocuparse de la comunidad, de los colaboradores, proveedores, clientes, etc.

- ¿Hay espacios para que las empresas sigan tomando este mensaje que probablemente va a entregar el Papa Francisco?

- Sí, siempre hay espacios porque la vida empresarial es muy dinámica. Nosotros estamos invitando a suscribir siete compromisos en Firma por Chile. Esto está dirigido a quienes toman decisiones al interior de una empresa y que pueden hacer una diferencia en cómo se trabaja como una organización al servicio del bien común.

Estos siete compromisos nos aseguran que hagamos las cosas bien y que tengamos buenos resultados económicos. Si prima una visión de corto plazo o egoísta, rápidamente empiezan los problemas. Ya llevamos 1.300 personas y se lo entregaremos al Papa como un regalo personal, que no es necesariamente de la empresa, sino de quienes lo suscriben.

Este compromiso tiene un efecto directo e inmediato, porque cuando tú logras tener una clase empresarial de 1.300 personas que están dispuestos a hacer las cosas de manera distinta, vamos a estar en la línea de lo que nosotros queremos, que es cambiar la cultura empresarial del país.

- ¿Cómo se ve la visión del Papa en la inmigración?

- El Papa es descendiente de inmigrantes en Argentina. Con todo el drama que existe en Europa por este tema, ha abierto el Vaticano, la Iglesia y la parroquia en un esfuerzo especial por recibir a los inmigrantes. La próxima semana va a estar en Iquique, donde hay un importante número de inmigrantes.

Tenemos mucho que aprender, porque la inmigración no es un problema, es un fenómeno natural, propio de la globalización, que nos puede enriquecer a todos: al inmigrante y al país. Cómo acojamos a esas personas y cómo les demos oportunidades de trabajo, cómo nos relacionemos con ellos, va a marcar cómo va a ser el Chile del futuro. Es por eso que el Papa habla de la cultura del encuentro. El tema es cómo, desde la empresa, los acogemos. Por ejemplo, cómo nuestra conciencia nos indica cuál es el sueldo justo para estas personas, aunque ellos estén dispuestos a trabajar por menos. Esto es muy importante.

- También va a La Araucanía, ¿qué puede aportar el Papa?

- Este Papa siempre nos saca de enfoque y puede ser que en este tema nos entregue una mirada distinta, que no estamos viendo. Quizás va a ser más amplia, profunda o trascendente. Es un momento de decir cómo el Papa, que es un tercero, ve esto, qué mensaje nos quiere dar de La Araucanía. Tengo esperanza de que pueda crearse un ambiente distinto.

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