El alto precio del petróleo sigue impactando a las
aerolíneas que están pasando numerosas dificultades para intentar cuadrar sus
balances. Una de las afectadas es American Airlines que despedirá 7.000 puestos
de trabajo para reducir costos.
El plan de reestructuración planteado por la aerolínea
norteamericana supone suprimir el 8% de su plantilla global en todo el mundo y
afectará principalmente a aquellos trabajadores que tengan menor antigüedad en
la empresa y a aquellos que quieran acogerse a un plan de prejubilación
anticipada. El costo financiero ascenderá hasta los US$ 1.000 millones.
American Airlines ha destacado en un comunicado que “las
reducciones de empleo son proporcionales a las reducciones de capacidad que la
empresa ha previsto para ir reduciendo el tamaño de la aerolínea”.
Los inversores neoyorquinos valoran de manera positiva la
decisión de la aerolínea y sus títulos
se apuntan un 3,6%, hasta los US$ 4,79.