Unos 10.000 trabajadores de
General Motors (GM) en Canadá empezaron hoy a votar la congelación
de sus salarios hasta el 2012 como parte de un acuerdo de reducción
de costos laborales que permitirá a la empresa recibir ayudas
públicas.
La votación terminará mañana en los centros de trabajo de
GM en Canadá.
El acuerdo provisional fue alcanzado el domingo entre el
sindicato Canadian Auto Workers (CAW) y la dirección de General
Motors e incluye eliminar una paga extra de US$ 1.326.
Los trabajadores de GM y sus pensionistas también tendrán que
pagar una parte mayor de sus prestaciones sanitarias.
A cambio de estas concesiones, los trabajadores de GM esperan que
el Gobierno federal conceda hasta US$ 4.680
millones en ayudas y que la empresa siga
produciendo en Canadá alrededor del 20% de los automóviles
que fabrica en Norteamérica.
Ayer el presidente de Ford Canadá, David Mondragón, solicitó al
Gobierno canadiense que en vez de proporcionar ayudas a los
fabricantes de automóviles, Ottawa ponga en marcha este año un plan
de incentivos para la compra de vehículos nuevos.
Mondragón afirmó ante un comité parlamentario que el Gobierno
canadiense debería ofrecer US$ 2.730 a aquellas personas que sustituyan vehículos de más
de diez años de antigüedad.
El Ejecutivo afirmó que este tipo de incentivos ha funcionado en
Europa y Japón en los últimos años y que Estados Unidos también
debería poner en marcha un programa similar para incentivar la venta
de vehículos.
Ford es el único de los tres grandes fabricantes estadounidenses
de automóviles que no ha solicitado ayudas públicas ni en Estados
Unidos ni en Canadá, a diferencia de General Motors y Chrysler.